La campaña del 23-J pasará a la historia como una rara avis, encadenada a la del 28-M, en mitad del verano, con menos mítines y más entrevistas, pero también por la entrada en escena de la lona, ese nuevo-viejo soporte donde los partidos están librando una particular guerra de mensajes.
Provocación y contraprogramación a partes iguales han hecho que estos soportes publicitarios de gran tamaño hayan saltado a los medios, con mensajes que se adaptan como anillo al dedo a cada formación y su estrategia de campaña.
Ayer, la Junta Electoral Central (JEC) ordenó retirar parcialmente una lona gigante que había desplegado hace cinco días la organización civil Avaaz y en la que se animaba a votar contra los «pactos del odio». La ley establece que ninguna persona jurídica distinta a candidatos, agrupaciones, coaliciones, o partidos podrá realizar campaña electoral a partir de la fecha de la convocatoria de las elecciones.
Tras la resolución de la JEC por una denuncia de Vox, los responsables de esa campaña han eliminado la palabra «vota» de la lona, que incluye un montaje con las fotografías de Feijóo y Abascal y el mensaje: «Despreciar los derechos de las mujeres no es patriotismo. Homofobia no es libertad».
El PP también desplegó el pasado viernes una de estas lonas en la que se ofrece a los votantes que no son de su partido, en una llamada al voto útil, eje de su campaña de las elecciones del 23 de julio.
Vox también ha entrado en esta guerra. El pasado 12 de julio, colocó una de grandes dimensiones en la madrileña calle de Martínez Campos en la que denuncia la «inseguridad» que, según afirman, viven las mujeres como consecuencia de la ley del solo sí es sí y de la «inmigración ilegal descontrolada».
Un día antes entraba en escena Greenpeace en la Puerta de Alcalá. Preguntaban a los principales candidatos si el cambio climático «se la suda». Utilizando la inteligencia artificial, se ve a los cuatro adversarios «sudorosos y quemados», sufriendo en su piel algunos de los impactos del cambio del climático, como las altas temperaturas.
El mismo día del inicio de la campaña fue el PSOE quien colocó una lona en la que contrapone la imagen de Sánchez y sus ministros, en color y con el mensaje sobreimpreso «adelante», con la de Feijóo y Santiago Abascal en blanco y negro y con la leyenda «atrás».
Pero sin duda la más comentada fue la que colgó la empresa de desalojos extrajudiciales Desokupa el 3 de julio en Atocha con una imagen de Sánchez y la frase «Tú a Marruecos, Desokupa ¡a la Moncloa!».