Desgraciadamente, y desde hace demasiado tiempo, la provincia de Ávila conocer perfectamente, porque lo ha padecido en sus bosques, lo que supone sufrir grandes incendios forestales. Los ha habido en el Valle del Tiétar, en la zona de Iruelas, en los montes de la comarca de Alberche-Pinares y, este último de los más recordados por su importancia, el que asoló la Sierra de la Paramera. En la mayoría de estas ocasiones la mano humana, ya sea intencionada, por negligencia o por pura mala suerte, ha tenido una incidencia importante en las miles de hectáreas que han arrasado las llamas en esas zonas.

Desde las administraciones se ha intentado, con mayor o menor acierto, dotar a la provincia de medios con los que poder en primer lugar prevenir esos fuegos y, en segundo, sofocarlos de la mejor manera posible.

Surge ahora una nueva iniciativa que consiste en un novedoso sistema de prevención, ayuda y vigilancia que se está terminando de implantar y que consiste en la colocación de una veintena de cámaras de vigilancia con las que se aspira a cubrir una buena parte del territorio de la provincia, se apunta que aproximadamente un 68 por ciento, priorizando las zonas de mayor riesgo y vulnerabilidad, y centrándose especialmente en la Sierra de Gredos, ya sea en su vertiente norte como en su vertiente sur, especialmente.

Utilizar los avances tecnológicos para ponerlos al servicio en este caso de la protección del medio ambiente bien puede ser considerado como un acierto por parte, en este caso, de la Junta de Castilla y León que podrá con esta videovigilancia en primer lugar conocer en el primer momento el posible origen del incendio, pero también, y esto es si cabe más importante, servir de sistema disuasorio ya que los pirómanos deben saber que a partir de ahora se les está vigilando de cerca.

Partiendo de la base de que cualquier medida que sirva para incrementar la seguridad forestal de la provincia hay que saludarla como muy positiva, conviene matizar en este caso que será necesario el mantenimiento de personal que pueda aprovecharse de su uso, y también la necesidad de un mantenimiento que no deje a este servicio como una buena intención que se pueda perder por dejadez como ha podido pasar con otros elementos, casos de las torretas de vigilancia.

Aquí lo destacado ahora es que gracias a esas cámaras los montes de la provincia serán más seguros y los incendios se podrán atajar de forma más rápida. Para eso se han instalado y ese debe ser su principal papel, que ahora se confirme su utilidad es cuestión de tiempo y de una buena utilización.