«O hay sangre en los hospitales o la gente se puede morir»

E.Carretero
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La Hermandad de Donantes de Ávila, que el sábado celebra su asamblea anual en el Lienzo Norte, insiste en la importancia de ese gesto solidario que salva vidas

«O hay sangre en los hospitales o la gente se puede morir»

«O hay sangre en los hospitales, o la gente se puede morir». Ese mensaje, por sí solo, nos debería hacer reflexionar y concienciarnos de lo importante que es donar. No en vano, cada día en los hospitales de Castilla y León se necesitan 450 bolsas de sangre que únicamente se obtienen de la decisión generosa de centenares de personas que previamente ha decidido donar.  Porque a pesar de los avances de la ciencia de momento la sangre no se puede conseguir de ningún modo más que a través de las donaciones de otros. Por eso donar es tan importante, como explicó Alejandro Reviriego, presidente de la  Hermandad de Donantes de Sangre de Ávila, que este sábado celebrará su asamblea anual. Será a partir de las 19,00 horas y en el Palacio de Exposiciones y Congresos Lienzo Norte y en la misma se reconocerá a todos aquellos abulenses que de forma desinteresada donan su sangre para salvar la vida a otros. 

Por eso, explicó Reviriego, la asamblea será «una fiesta de reconocimiento y agradecimiento a nuestros donantes, a nuestros colaboradores» y también un «aldabonazo para que sigan donando» porque la realidad es que «si no hay sangre, los hospitales no funcionan». 

«Esto es una labor de todos», insistió Reviriego en esa necesidad, e importancia, de ser donante teniendo en cuenta que «o se dona o no hay sangre». Por eso, durante esta asamblea, y como es habitual, la Hermandad de Donantes de Sangre de Ávila entregará distinciones a aquellas personas e instituciones que más han colaborado en esta causa. Así, el Diploma de Honor será en esta ocasión para Juan Ignacio Ayuela, de Arévalo, por su implicación «desde siempre» en los objetivos de la Hermandad. Por su parte, la Medalla de Oro de Honor se entregará este año a José Miguel Jiménez San Millán, quien hasta este año, y hasta jubilarse, fue jefe de la Policía Local de Ávila, «porque siempre ha estado pendiente de nosotros», mientras que la Máxima Distinción se concederá a la empresa Plastic Omnium de Arévalo, que una vez al año organiza una «donación masiva» en la que anima a participar a sus trabajadores. 

Entre las distinciones no faltará tampoco en esta ocasión la de Donante del Año que se concede a Francisco Javier Almarza Soto, por haber alcanzado las cien donaciones. Un donante que representa ese objetivo de la Hermandad de fidelizar las donaciones y que además debería servir como ejemplo para las generaciones más jóvenes, cuyos donantes están cayendo en una provincia donde hay 40 donantes por cada 1.000 habitantes.

«Un simple gesto, como el de donar sangre, que puede llevar 15 minutos, puede salvar vidas», insistió también en esa necesidad la teniente de alcalde de Servicios Sociales, Paloma del Nogal, para animar a los abulenses a estirar su brazo y a donar.