Día grande el vivido este sábado en El Hoyo de Pinares, en el que la festividad de la Virgen de Navaserrada volvió a congregar a cientos de vecinos en la tradicional romería desde la iglesia hasta la zona recreativa de El Fresne, recordando esas procesiones multitudinarias que se vivían en el municipio antes de la pandemia.

La lluvia respetó esta celebración durante toda la mañana, un agua que como comentaba el alcalde hoyanco, David Beltrán, «también necesitamos y es muy importante para el campo, para España, para El Hoyo de Pinares y para todos».

Desde primera hora de la mañana ya eran muchos los vecinos que comenzaban a llegar a El Fresne con sus vehículos para comenzar a preparar las mesas y sillas, así como las pequeñas barbacoas donde ya a mediodía se reunirían para comer en familia. Mientras, comenzaba también el montaje de los clásicos puestos de garrapiñadas, juguetes, ropa y calzado o complementos diseminados por toda la zona.

A las 10,00 horas, salía la Virgen de Navaserrada, adornada con flores blancas y rosas para la ocasión y llevada por varias mujeres de la localidad, de la iglesia parroquial para iniciar su recorrido festivo hasta El Fresne por las empinadas calles de El Hoyo. Cientos de vecinos y visitantes, entre ellos las autoridades locales, acompañaban a la imagen de imagen de la Virgen en dirección a El Fresne, e incluso había quienes realizaron el recorrido bailando al son de la música de las dulzainas y tamboriles de 'Los Talaos', que amenizaron todo el recorrido por la carretera, pasando por toda la zona que fue arrasada por el fuego el verano pasado.

«Sorprendentemente, justo donde celebramos la romería, la Virgen echó su manto y la protegió», comentó el alcalde, quien añadió que «aún así, es una buena forma de enfrentarnos a la realidad y a la adversidad» en una zona donde ya se ha realizado mucha limpieza de ramas quemadas para intentar al menos salvar los árboles sin tener que cortarlos».

Así llegó la Virgen de Navaserrada a El Fresne, donde ya estaba montado el altar para la celebración, en el sitio de costumbre, de la misa castellana en honor a la patrona, acompañada por el grupo folclórico y rondalla Virgen de Navaserrada.

Y tras la eucaristía, de nuevo la música de las dulzainas y tamboriles volvió a sonar en El Fresne en el marco de una gran fiesta que se prolongó durante toda la jornada en honor a la Virgen de Navaserrada, a la que, como comentó David Beltrán, «tienen mucha devoción todos los hoyancos y le hacen muchas ofrendas, por eso hay gente que realiza el recorrido descalza. Todos la llevamos en el corazón y le pedimos algo para el pueblo, en mi caso, salud».