Mariano Herrero se despide dando las gracias

D. Casillas
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El veterano pintor abulense, al que una grave deficiencia visual le ha impedido seguir pintando como hubiese querido, celebra en el Episcopio una exposición retrospectiva que puede visitarse hasta el día 31 de mayo

Mariano Herrero se despide dando las gracias

Mariano Herrero, artista abulense de larga trayectoria, diríase sin temor error que un 'clásico' entre los artistas plásticos que tiene su cuna en nuestra capital, celebra en la sala subterránea del Episcopio una exposición que tiene sabor a despedida con agradecimiento a los muchos seguidores de su buen hacer con la espátula (no con los pinceles), un adiós que viene no tanto por su edad, nació en 1941, como por el hecho de que la creciente deficiencia visual que comenzó a sufrir hace ya muchos años no le permite seguir creando como él desearía.

Fue este miércoles, acompañado por su familia y por el concejal de Cultura, Ángel Sánchez, cuando Mariano Herrero inauguraba esta exposición, la que hace «el número 69... o el 68 de las que ya llevo celebradas» recordaba, una muestra para la que ha seleccionado una treintena de pinturas de diferentes épocas. La muestra, que podrá verse hasta el día 31 de mayo, lleva por título 'El lenguaje del color (una pasión silenciada)'.

No exponía Mariano Herrero en Ávila desde 2018, cuando la ONCE, a la que pertenece desde que a finales del pasado siglo comenzó a perder la vista, organizó una muestra colectiva para celebrar el 80 aniversario de la Organización, y entonces lo hizo en el Archivo HistóricoProvincial, acompañado de dos artistas palentinos y uno vallisoletano.

Para esta exposición «de despedida», que Mariano Herrero asegura que ha preparado «con mucha ilusión», ha elegido su protagonista una treintena de pinturas realizadas a lo largo de los últimos cuarenta años, los primeros de los años noventa del pasado siglo, muchos de ellos «pintados entre 2008 y 2011, ya muy despacio porque mi ceguera no me permitía ir más rápido».

Esta exposición, apuntó, «la he hecho para despedirme de Ávila, de mis paisanos, de mis clientes, de mis amigos, de la gente que me ha ayudado siempre, y para darles gracias a todos ellos... . , estoy muy contento porque para mí es una satisfacción dar las gracias a la gente que me ha apoyado de alguna manera, que ha sido mucha».

La temática mayoritaria en este puñado de obras, que muestran el excelente oficio de un pintor realista al que la pérdida de visión no le robó la ilusión de seguir creando, se centra en «son calles de pueblo o paisajes naturales», conjunto en el que «hay seis cuadros de Ávila, cuatro de Cantabria, seis de Navaluenga, dos de Piedralaves..».

La exposición, una excelente oportunidad (además de que parece que será ya la última) para recordar a un artista cuyo nombre se identifica ya hace muchos años con la ciudad de Ávila, puede visitarse hasta el día 31 de mayo, de martes a viernes de 19,00 a 21,00 horas, los sábados de 12,00 a 14,00 y de 19,00 a 21,00 horas, y los domingos de 12,00 a 14,00.