La Gerencia Regional de Salud (Sacyl) aprobó su Plan Anual de Gestión (PAG) para el año 2023, que con un presupuesto asignado de 4.613 millones contempla objetivos cuyas líneas prioritarias se centrarán en consolidar los avances logrados en calidad, accesibilidad y sostenibilidad del sistema público. Además, destaca la falta de profesionales, un problema que la Junta ha advertido «en repetidas ocasiones» al Ministerio de Sanidad, «administración que tiene las competencias para solucionar la situación», según un comunicado recogido por Ical.
La Junta destina a la asistencia sanitaria un presupuesto equivalente al siete por ciento del PIB autonómico, con lo que la Consejería de Sanidad pretende conseguir que la cuantía destinada por habitante a este fin supere por primera vez los 2.000 euros (en concreto 2.054 euros), lo que supone un «máximo histórico» y, con ello, situar a Castilla y León a la cabeza de las comunidades con mayor presupuesto público sanitario por persona.
El primer bloque de medidas se centra en la Atención Primaria (que cuenta con una dotación de 1.538 millones), con el objetivo general de mejorar la accesibilidad de los pacientes y las condiciones de trabajo de los profesionales. Se contempla seguir optimizando la calidad en la atención diaria de las 53 actividades de prevención y promoción de la salud previstas en la cartera de servicios de Sacyl, entre las que destacan la atención a personas cuidadoras, con depresión o ansiedad, cribados y diagnósticos precoces de cáncer de cuello de útero o de mama, atención a pacientes obesos o con dislipemia, o todo el calendario vacunal, tanto infantil como en adultos.
La Gerencia Regional de Salud quiere incidir este año en algunos procesos concretos atendidos en los centros de salud como, por ejemplo, el maltrato infantojuvenil, el cribado de la fragilidad en ancianos, las personas fumadoras, la diabetes, los cuidados paliativos, la fibromialgia o la covid persistente.
Atención hospitalaria
El segundo bloque de objetivos se centra en la atención hospitalaria, que dispondrá este año de un presupuesto global de 2.783 millones. Una de las líneas estratégicas del plan se refiere a mejorar la equidad y accesibilidad en la atención a la población, lo que se traduce sobre todo en un esfuerzo por disminuir las listas de espera, tanto para una intervención quirúrgica como para una consulta externa o una técnica diagnóstica o terapéutica, manteniendo el plan de choque destinado a tal fin.
El PAG incide también en mantener que el plazo máximo de espera de intervenciones quirúrgicas programadas de cirugía oncológica o cardiaca no valvular –prioridad 1– sea menor a 30 días (o de 90 días para pacientes en prioridad 2), en cumplimiento de la normativa vigente reguladora de las garantías de espera máxima en intervenciones quirúrgicas en el Sistema de Salud de Castilla y León. Otra de las medidas será mejorar la eficiencia y calidad de la prestación farmacéutica en los hospitales de Sacyl.