La Asociación Española Contra el Cáncer está para todo lo que se la necesite y para quien la necesite. Eso fue algo que quedó especialmente claro en la jornada de este domingo, la elegida para llevar a cabo ese simbólico abrazo a la Muralla con el que quieren visibilizar desde hace ya algunos años la enfermedad a la que se dedican en cuerpo y alma: el cáncer y más concretamente, el cáncer de mama. Aún hay que sacarlo a la calle y hablar de ello pues aunque mucho se ha avanzado, aún se puede hacer más porque siguen apareciendo personas que padecen cáncer y es necesaria mucha más investigación para que en el horizonte sea ésta una enfermedad crónica. Hablábamos de avances y con ello de cifras que no por conocidas deben pasar desapercibidas. La semana pasada las aportaban en la rueda de prensa de presentación del abrazo a la muralla. La primera cifra es que la supervivencia por cáncer de mama está en el 85%. Pero cada año se diagnostican casos, de hecho, el año pasado  en Ávila fueron 126 los nuevos diagnósticos. Por desgracia también ha habido fallecimientos, los de 26 personas. La prevalencia en Ávila a 5 años ha sido de 512 personas y hay un dato más que aportaba la presidenta de la asociación abulense, Dolores Rodríguez que también hay que destacar y es que en el caso del cáncer «el hándicap lo tenemos en el cáncer triple negativo, que está en niveles de supervivencia del 25%». Por todo ello hay que investigar, prevenir y avanzar.

La prevención destacaba Rodríguez  puede ser individual y colectiva. La primera porque «individualmente podemos hacer muchas cosas tales como tener hábitos de vida saludable, acudir a revisiones y por supuesto a las mamografías cuando nos invitan a participar en cribados». De los más de 7.000 que se hicieron en Ávila el 7% eran sospechosos. Además ya se sabe que todo el tiempo que le ganemos al avance del cáncer juega en nuestro favor. No debemos olvidar que vivimos en sociedad y que esta enfermedad es mucho mejor no pasarla en soledad. Y para muestra las palabras de Idoia López, enferma de cáncer que se encargó de leer el manifiesto de este día. Más que un manifiesto una autobiografía cargada de dolor, de sentimientos a flor de piel y de mucho, pero que mucho agradecimiento a tantas y tantas personas que han estado a su lado aunque solo fuera para ser testigo de sus silencios, porque a veces no es necesario hablar, pero sí notar un apoyo. Su agradecimiento tuvo nombres y apellidos: a mis padres, a mi pareja, hermanas, familiares, amigos,  compañeros, a su oncóloga y el equipo de ginecología oncológica, hasta a sus peluqueros, a los ancianos con los que trabajaba, a la asociación contra el cáncer, a su médico y enfermera y sanitarios que la trataron en el Río Hortega de Valladolid.

De algún modo el abrazo a la muralla de este sábado era eso visibilizar el cáncer pero también el apoyo psicológico tan necesario de la sociedad a quienes padecen la enfermedad.

Un abrazo para que los pacientes de cáncer sientan el apoyoPor suerte este año y a diferencia de los anteriores el día sí dio para una gran noticia, que no por sabida es menos importante, y es que se mantienen los plazos para que la radioterapia sea un hecho en la ciudad y evite los penosos desplazamientos a los que aludió la propia Idoia en su manifiesto de los pacientes de cáncer a otras ciudades en las que tratarse. Noviembre será el momento y en ello confió el portavoz del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento, José Ramón Budiño, quien acudió a la cita que tuvo lugar en el Grande para mostrar el apoyo municipal a la causa.

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