El Barco de Ávila ya cuenta con un Plan Especial de Protección del Casco Histórico (PEPCH), un instrumento que busca reforzar la protección de su patrimonio e impulsar la recuperación de espacios. La Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Ávila aprobó de forma definitiva a finales de septiembre el plan tramitado por el Ayuntamiento, el cual se publicó este martes en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) y también está disponible ya en la web municipal, además de en el archivo de planeamiento urbanístico (PLAU) de la Junta. 

El citado plan se elabora para garantizar el mantenimiento de la estructura urbana y arquitectónica y de la silueta paisajística, así como de las características de su ambiente. Se pretende asegurar así la prevalencia de la conservación de los valores históricos y materiales del Conjunto Histórico, de modo que el desarrollo socioeconómico y urbanístico los respete. Este instrumento determina la competencia del Ayuntamiento sobre el patrimonio cultural de la localidad, especialmente en lo relativo a la concesión de autorizaciones y licencias urbanísticas, de manera que la tramitación de las actuaciones reducirá los tiempos administrativos, se espera que produciendo un dinamismo en la actividad.

El plan detalla objetivos, criterios de actuación, propuestas de intervención (regeneración y revitalización) y modificaciones en parcelas y edificios para mantener la imagen urbana y mitigar efectos negativos, todo ello ordenado con prioridades y catalogado con planos, fichas y fotografías para su justificación. 

La alcaldesa de El Barco, Pilar Araoz, destacó la importancia de poder contar con el plan «para proteger el patrimonio barcense», un trámite «necesario y obligado» desde la declaración en 2017 de El Barco como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico. Este instrumento permitirá «agilizar y fomentar la rehabilitación» de espacios, al permitir que se «acorten plazos» para las autorizaciones, así como impulsar la recuperación de inmuebles desde los sectores público y privado. En este sentido, explicó que se «reforzarán» las actuaciones que se vienen haciendo en la localidad en las últimas décadas, de manera que se irán implementando las propuestas planteadas en zonas como los alrededores del Castillo «en la medida que vayamos disponiendo de la capacidad económica». El PEPCH se ve como «una oportunidad» para El Barco, al implicar a otras administraciones en la protección del patrimonio a través de líneas de ayuda.

Serán actuaciones «prioritarias» para el Ayuntamiento los espacios «desde el Castillo a la Alameda y los edificios singulares», siempre «dentro de las posibilidades económicas que vayamos teniendo», dijo la alcaldesa. El plan recoge actuaciones de envergadura pero también «otras puntuales que no requieren de inversiones cuantiosas y que se podrán ir realizando», como la pintura de fachadas, la eficiencia energética o la eliminación de cables, entre otras. 

Todo esto repercutirá, a su juicio, en una mejora de la visita turística con la «ampliación del recorrido turístico» de la mano de la incorporación de nuevos espacios y el disfrute del patrimonio.