UCCL y Asaja piden medidas a las Administraciones por la EHE

J.M.M.
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Las organizaciones agrarias aseguran que los ganaderos de vacuno de la provincia de Ávila están «desesperados» ante el avance de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica

UCCL y Asaja piden medidas a las Administraciones por la EHE

Las organizaciones agrarias de la provincia de Ávila continúan mostrando su preocupación por las consecuencias de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, que está generando cuantiosas pérdidas económicas a los ganaderos de vacuno, y ayer se pronunciaron tanto Unión de Campesinos de Ávila (UCCL-Ávila) como la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) reclamando medidas.

En el caso de UCCL-Ávila, este viernes mantuvieron una reunión con el delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, y con los responsables de Sanidad Animal para alertar de las importantes pérdidas económicas que están sufriendo los ganaderos de vacuno en la provincia de Ávila y solicitar a la Administración medidas eficaces frente a la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE).

Según precisan desde UCCL, «la EHE es una enfermedad vectorial no contagiosa trasmitida por mosquitos del género Culicoides y que afecta a los animales rumiantes, tanto silvestres como domésticos, pero en ningún caso afecta a los humanos». Las ganaderías más afectadas son el vacuno de carne y de leche, en la que se produce una clínica moderada y autolimitante con fiebre, lesiones en la mucosa bucal, cojeras por inflamación de los rodetes coronarios, etc., que dificulta el acceso al agua y a la alimentación, pero que, en el peor de los casos, provoca la muerte del animal al no poderse recuperar.

Y precisan que «el número de animales infectados en una explotación son en torno al 20- 25% del rebaño, aunque en otras ocasiones nos hemos encontrado hasta el 50% del rebaño». En este sentido, afirman que «los ganaderos ante cualquier alerta en sus vacas, proceden a un tratamiento sintomático, pero desgraciadamente no siempre funciona, y a pesar de los incansables cuidados de los ganaderos, la vaca acaba falleciendo y ya se suma un gran número de vacas fallecidas».

Los ganaderos aseguran que están «desesperados ante una enfermedad que continúa avanzando y ya podemos considerarla una pandemia y mientras tanto, las administraciones competentes no hacen nada y se lavan las manos».

Por este motivo, desde la UCCL-Ávila piden un protocolo claro de actuación donde, en primer lugar, se contemplen ayudas económicas que compensen las pérdidas de producción que los ganaderos de vacuno están sufriendo y por otro lado, se contemple medidas para la desinsectación de las instalaciones y los animales que ayuden a controlar la enfermedad. Además solicitamos que se invierta en investigación sobre esta enfermedad.

El Ministerio debe dar la cara. Por su parte, Asaja de Ávila ha denunciado que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación «lleva días escondido sin dar la cara y plantear soluciones a los ganaderos afectados por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica».

Desde Asaja afirman que «hace ya casi un año, en concreto el 18 de noviembre de 2022, que el Gobierno de España tiene conocimiento de los primeros casos en España de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en el sur de la península. En todo este tiempo no se le ha dado la importancia que esta grave enfermedad tiene, puesto que las pérdidas que provoca al ganadero son tremendas».

A su vez, insisten en que «el Gobierno conocía el escenario esperable, donde la enfermedad ha colonizado todos los territorios donde tiene actividad el mosquito Culicoides como las previsiones apuntaban, y no ha coordinado con las comunidades autónomas una verdadera respuesta eficaz frente a la enfermedad». Así, apuntan que «actualmente el ganadero se encuentra totalmente desamparado e impotente mientras contempla como el ganado se infecta provocando diversos cuadros sintomáticos principalmente en vacuno, con fiebre, decaimiento del animal, problemas para alimentarse y beber, pérdida de peso, abortos y en muchos casos muerte del animal. Los daños económicos son enormes, ya que a la muerte de algunos animales se unen los costes de los tratamientos farmacológicos que el rebaño requiere que alcanzan los 100 euros por cabeza, a lo que hay que sumar la incertidumbre de no saber cómo van a quedar fisiológicamente muchos animales una vez que padecen la enfermedad».

Ante esta situación, Asaja de Ávila demanda al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que «dé la importancia que requiere la dimensión que ha tomado la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica afectando prácticamente a la totalidad del territorio español, que no siendo un problema de salud pública si lo es para la viabilidad económica de las explotaciones. Las líneas de seguro agrario que a disposición del sector pone el Ministerio no tienen cobertura frente a esta enfermedad». Por ese motivo Asaje exige al Gobierno que «articule ayudas directas por los daños que esta enfermedad está provocando a las ganaderías afectadas, incluya esta enfermedad en el próximo Plan de seguros agrarios y que, con celeridad, convoque una reunión al máximo nivel con las comunidades autónomas para coordinar y articular medidas de control frente a la enfermedad».