"Yo no hago atletismo para pasarlo mal"

Alberto Sánchez
-

Cuatro años después Andrea Jiménez vuelve a casa para ponerse en manos de José Antonio Santodomingo, su entrenador de toda la vida

"Yo no hago atletismo para pasarlo mal" - Foto: Isabel García

Andrea Jiménez vuelve a su 'casa', a las pistas de la Ciudad Deportiva.La abulense vuelve a ponerse en manos de José Antonio Santodomingo (ClubPuente Romanillos), su entrenador de toda la vida. Vuelve allí donde fue «feliz» en un deporte, el atletismo, en el que lo fue todo y en el que quiere volver a intentarlo tras un bache que se prolonga ya dos años y al que trata de buscar una solución sin tener una respuesta clara sobre lo que la ha ocurrido en este tiempo. Lo que sí tiene claro con este cambio es que «no es una cuestión de resultados, es una cuestión de volver a disfrutar». Y aunque Joaquín Sabina y Ana Belén cantaron hace años aquello de que «al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver», Andrea Jiménez vuelve. Quiere volver a intentarlo.  

Cuatro años después Andrea Jiménez vuelve a entrenar a las órdenes de José Antonio Santodomingo, quien  supo llevar a la abulense a su mejor nivel. «Llevaba unos años en Madrid sin tener los resultados que quería, sin tener esa progresión que llevaba anteriormente». El punto de partida en todo este regreso está claro.  

Con apenas 18 años –2020– Andrea se convertía en la 'reina' de los 400 metros lisos. No era un cumplido, era una realidad. Porque aquella temporada se proclamaba, por partida doble, campeona de España Absoluta en Pista Cubierta (53''75) y al Aire Libre (53''46). Bien es cierto que aquella temporada estuvieron ausentes rivales de la talla de Aauri Lorena Bokesa o Laura Bueno, pero eso no restó ningún mérito a lo logrado por una atleta que venía avisando de lo qu eera capaz desde cadetes y que con 15 años irrumpía por primera vez en un Campeonato de España Absoluto. Pero de aquello a esto, a un 2023 en el que, por primera vez, la abulense se quedaba fuera del Absoluto. Quien había llegado a correr en 53''10 y se marcaba como reto hacerlo en 52'', se quedaba fuera por no tener la mínima. «Se me va a hacer raro» reconocía entonces la propia atleta, que había 'malacostumbrado' a todos no sólo a verla en el podio sino al máximo nivel. En 2021 no sólo debutó en el Campeonato de Europa Absoluto sino que formó parte del equipo de relevos –no llegó a debutar– en los  Juegos Olímpicos de Tokyo. Pero todo aquello se torció.Si 2022 fue malo, la temporada 2023 fue peor. Era el momento de tomar una decisión. «Me hacía falta un cambio». Y el cambio por el que ha optado ha sido «volver a casa, allí donde has estado bien, donde estás a gusto». 

 Sus primeros años en Madrid, en la Blume, «fueron buenos, conseguí mejorar  mis marcas, pero a partir de ahí  me he estancado.He tenido esa bajada de rendimiento». Aquella atleta que logró correr en 53''10 en 2021 firmaba un tiempo 56''86 en su último Campeonato de España Sub'23. La pregunta sigue ahí,  por qué. «Nunca sabes por lo que es» responde la abulense, que lleva buscando una explicación a ello en estos dos años.  «Hemos apostado por hacer ahora este cambio pero tampoco quiere decir nada.Me puede volver a ir muy bien, igual que antes o me puede ir aún peor».No es una ciencia exacta. «Lo que estamos buscando es volver a estar a gusto.No lo hago porque con este cambio vuelva a correr en 53''.Eso no me lo garantiza nadie. Lo importante es ir trabajando poco a poco, con paciencia y lo que tenga que venir, vendrá».   

No sólo es una cuestión de ganar, sino de disfrutar. «No sólo se disfruta ganando» deja claro. «Aquí sé que estaré bien, que estaré a gusto. No quiere decir que en Madrid no lo haya estado, pero al final no estaba alcanzado los resultados que esperaba y eso hace que poco a poco vayas dejando de disfrutar, que no te sientas bien... Era ir a competir, tener un mal resultado, malas sensaciones y pasarlo mal». Y lo tiene muy claro en este sentido la joven –cumplirá 22 en noviembre– atleta abulense. «Yo no hago atletismo para pasarlo mal, para ir a competir y sufrir. Comencé en el atletismo por hobbie. Poco a poco es verdad que se ha convertido en una parte de mi vida que ya no es ocio, pero siempre y cuando esté disfrutando. Si no disfruto...» asume, teniendo claro que «quiero volver a lo que tenía antes, a disfrutar». Porque han sido dos años en los que «he conocido la otra cara del deporte. En estos años en los que las cosas no me han ido tan bien he aprendido otras cosas que antes no conocía. He aprendido que no siempre se puede estar arriba».

No han sido años fáciles ni ha sido una decisión sencilla volver a Ávila. «Es una decisión complicada. Aún me queda en Madrid un año de carrera –está cursando Matemáticas– y volver aquí, por tema de estudios, no es sencillo». No sólo es una cuestión que congeniar estudios, entrenos y  constantes viajes y de ida y vuelta, sino de todo lo que la rodeaba y pierde con esta decisión.En la Blume –«al hacer este cambio ya no estoy alli»– tenía todo a su alcance. «Era mucho más cómodo. No sólo era tener al lado la facultad sino la pista de atletismo o  el módulo cubierto.Es lo que más echaré de menos. Aquí el día que nieve tocará apechugar. Al final es adaptarse. Lo cierto es que cuando más he corrido ha sido cuando estaba en Ávila y no tenía esas comodidades». Nunca se sabe.  

«A nivel deportivo necesitaba un cambio y había que atreverse a dar ese paso» señala. «Me he complicado la vida» ironiza ante todo lo que va a suponer esta nueva etapa de constantes idas y venidas. «Tengo clases por la mañana. Aprovecharé los viajes para estudiar... Iremos viendo las cosas sobre la marcha. Hay que sacrificar unas cosas por otras, no todo puede ser perfecto. Es lo que hay».

La 'llamada' entre Andrea y José Antonio fue sencilla. El entrenador del Club Puente Romanillos siempre ha seguido muy de cerca a quien fue una de sus mejores pupilas. «Cuando se lo comenté, encantado. Siempre me ha tenido mucho cariño y quiere ayudarme todo lo que pueda. Está encantado de que vuelva». Sin embargo en estos cuatro años muchas cosas han cambiado. No sólo la generación de atletas con los que Andrea entrenaba a diario. «Algunos están fuera, otros lo han dejado. No será como era antes» asume ante una realidad a la que deberá amoldarse. También es la situación del propio José Antonio Santodomingo, policía tras aprobar la oposición. No ha dejado de entrenar a los más pequeños del PuenteRomanillos ni de estar vinculado al atletismo, pero sus obligaciones ya no son las mismas que eran. «Estamos ahora en un proceso en el que tenemos que adaptarnos» comenta Andrea  en un momento en el que deben 'cuadrar' sus horarios de clases con los horarios de trabajo.    

Andrea Jiménez y José Antonio Santodomingo ya hicieron un trabajo impecable como atleta y entrenador. Ambos se conocen. «A nivel deportivo es quien me ha llevado desde pequeña.Sabe lo que me va mejor. Es volver a encontrar el equilibrio entre entrenar y tener resultados. Pero no es algo que me obsesione. Hay que ir poco a poco. Esto es constancia y tiempo.Por volver aquí no significa volver a correr como antes» avisa.

Sea el resultado que sea, está ilusionada con el cambio, «con volver a casa, con volver a entrenar con José Antonio.  Aquí soy feliz, estoy a gusto, que es ahora mismo lo que más valoro.  Ya veremos qué pasa con los resultados». Eso será otro capítulo.