La pegada del Numancia se impulso al buen juego de un Real Ávila que mostró su mejor versión en la primera parte y que en la segunda notó el cansancio y tuvo menos ideas de cara a puerta, aunque siempre manteniendo el nivel respecto a los sorianos, que se impusieron por 1-2, logrando así la clasificación matemática para disputar la final contra el campeón del grupo B de la Copa RFEF.

Los primeros compases del partido fueron de respeto mutuo, pero pronto los pupilos de Miguel de la Fuente comenzaron a dominar el juego y las áreas y solo la falta de puntería privó a los encarnados de marcar el primero, pues ocasiones hubo para todos los gustos, primero Nabil de cabeza tras una falta lateral, luego Fer en un tiro lateral y más tarde Toper. Fueron minutos de asedio en el área visitante, pero sin premio.

Y cuando más dominaba el Real Ávila, en el minuto 21 una jugada embarullada en el área que la defensa no supo despejar, dejó el balón a merced de Diamanka, que solo tuvo que empujarlo al fondo de la portería defendida por Álvaro.

Pese a ese jarro de agua fría para los locales, no se vinieron abajo, y en los últimos minutos de la primera parte siguió empujando y tuvo hasta dos ocasiones claras más, las dos de Nabil, que estuvo muy activo durante toda la tarde, pero no que tuvo suerte de cara a puerta. En la primera, no supo resolver el mano a mano con el portero y en la segunda, tras una gran jugada individual, vio como el guardameta le sacaba el balón.

Así se marcharon al vestuario, con un resultado que no reflejaba lo visto en el campo.

Y tras la reanudación, el juego se niveló más y también hubo más dureza en las entradas. De hecho, Alfa tuvo que ser sustituido algo mareado tras recibir un fuerte golpe.

En el minuto 16 de la segunda parte, una falta colgada por Albin fue rematada de cabeza de forma inapelable por Tena, que ponía el 1-1.

Pero la alegría duró poco, pues un minuto después el Numancia marcaba a través de Alain Ribeiro de un tiro cruzado ante el que nada pudo hacer Álvaro.

A partir de ahí y hasta el final, el Real Ávila jugó con más corazón que fuerza, pero sin fortuna de cara a portería. Pese a la derrota, los de De la Fuente dejaron buenas sensaciones que deberán refrendar el día 26 ante el Palencia.