Un guiño a Gredos en pleno paseo de San Roque

E.Carretero
-

El próximo año La Esmeralda cumplirá 30 años. Marta y David se pusieron al frente de este negocio muy jóvenes y han logrado que sea un referente hostelero

Un guiño a Gredos en pleno paseo de San Roque - Foto: David González

Cuenta Marta Mories que no son pocas las veces  que los clientes se piensan que su nombre es Esmeralda y que por eso su negocio se llama así. Los fieles, los de toda la vida, que son muchos, reconoce, saben que este bar del paseo de San Roque toma su nombre del popular charco de aguas cristalinas de Gredos y que fue Blanca, la madre de los hermanos Mories, natural de Hoyos del Espino, la que está detrás de esa decisión.  

Marta y David Mories se pusieron al frente de La Esmeralda en 1994. En concreto, este bar, que cogieron por un traspaso y de un negocio que «no funcionaba muy bien», abrió sus puertas el 5 de octubre. Lo curioso es que entonces ninguno de los dos tenía experiencia en hostelería, lo que no es extraño ya que ella entonces tenía 16 años y su hermano solo dos más. Sin embargo, y con entusiasmo y con mucho trabajo, como reconoce ella, La Esmeralda se fue convirtiendo en una de las direcciones hosteleras favoritas de la capital abulense. A ello contribuyó sin duda el buen hacer de sus dueños y también la oferta de tapas, «todas ellas caseras», apostilla Marta, que aquí se ofrecen. Es más, cuenta esta aún joven empresaria que cuando decidieron ponerse al frente de este negocio una de las primeras decisiones que tomaron fue la de sacar los pinchos a la barra, en vez de tenerlos en la cocina, para que los clientes pudieran verlos y elegir. Callos, oreja rebozada o en tomate, empanadillas, tortilla de patatas, huevos rotos o con bechamel, albóndigas, pimientos rellenos, calamares o croquetas de varios sabores son solo parte de la oferta de tapas de este rincón de Gredos en pleno paseo de San Roque que en ciertos días de la semana ofrece también a sus clientes pinchos especiales como así ocurre los viernes, cuando las consumiciones también se pueden acompañar de patatas a la importancia, o los sábados, en los que suele haber también paella. 

Aunque asegura que todas las tapas de La Esmeralda tienen muy buena aceptación, y que la oferta es tan amplia que se da gusto a todos, reconoce Marta Mories que quizás la oreja rebozada y las croquetas sean las propuestas con más adeptos. De hecho, las tapas de este local gustan tanto que desde hace tiempo La Esmeralda también prepara raciones por encargo de todos sus pinchos que los clientes se  pueden llevar a casa. 

El trato, cercano y familiar, es otro de los puntos fuertes de La Esmeralda. «Mi objetivo es que quieras volver a mi casa», dice ella con esa sonrisa que siempre le acompaña. Además de tapeo, La Esmeralda, que dispone de una pequeña terraza, también es lugar de desayunos, donde no faltan ni tostadas, ni churros ni tortilla de patatas que David, Marta y desde hace unos años José Ángel, el hijo de ésta, sirven con las misma ilusión del primer día a unos clientes fieles a los que están «muy agradecidos».