Frutos Secos Luis, la tienda de las patatas tradicionales

Sergio Jiménez
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Mari Carmen continuó con el negocio tras la jubilación de su padre junto al resto de los empleados; tras un año cerrado, reabrió para la venta al público en noviembre de 2021

Frutos Secos Luis, la tienda de las patatas tradicionales - Foto: David Castro

Frutos Secos Luis es uno de los negocios con mayor solera del  popular barrio de las Vacas. Fundado en 1960, lleva más de 60 años ofreciendo a sus clientes un producto que nunca puede faltar en cualquier clase de celebración: las patatas fritas. Eso sí, poca gente recuerda que, antes de abrir esta tienda situada en la calle Jesús del Gran Poder 25, Luis regentó la primera churrería de Ávila, ubicada junto a la Plaza de Abastos. «Aquello fue un 'boom'. Al estar tan céntrica, toda la gente iba a tomar chocolate con churros. Era un centro de reunión de muchos abulenses, sobre todo en épocas  como en Semana Santa, con el Via Crucis. Allí comenzó con el negocio: primero con los churros y las patatas. Después lo amplió a la venta y distribución de estas y otros muchos productos más por toda la provincia», recuerda su hija Mari Carmen. Ella, junto al resto de los empleados de siempre, continuó con la empresa de su padre hace ya 33 años, una vez que el fundador decidió tomarse un respiro y jubilarse.

En todo este tiempo, el negocio ha evolucionado mucho. Lo que empezó como una churrería se amplió a la venta y distribución de patatas fritas, frutos secos, golosionas y otros productos. Una combinación con la que se daba sustento a a varias familias. Pero la enorme competencia de negocios procedentes de otras provincias, la crisis económica de 2008 y la pandemia del Covid provocaron un progresivo declive que obligó a la empresa a cerrar en 2021. Pero Mari Carmen, tras unos meses de reflexión y una pequeña reforma del local, decidió reabrir la tienda familiar hace ya casi dos años y medio. «Me entristecía mucho que estuviera cerrada, y también necesitaba un trabajo. Por eso me decidí a a reabrir la tienda como venta al público», explica. Esa transformación consistió en abandonar el reparto por los municipios de la provincia por la venta al público de sus productos: snacks, frutos secos, golosinas, conservas, encurtidos (de la zona de Serranillos) y, por supuesto, las patatas fritas. Un aperitivo que sigue conservando la esencia y el sabor tradicional de siempre.

Frutos Secos Luis es un comercio de toda la vida que trata de hacerse un hueco entre el comercio de proximidad y que es un referente en toda la provincia de Ávila. Establecimientos que, por desgracia, se están perdiendo. «Es una pena que los pequeños comercios vayan cerrando por la falta de relevo generacional y por la falta de ayudas y apoyo institucional. Dentro de unos años van a quedar muy pocos», manifiesta. Pero el negocio seguirá mientras los abulenses y los visitantes quieran seguir comprando aperitivos para cumpleaños, bodas, bautizos y cualquier conmemoración que se precie. Por cierto, quien se quiera informar, Frutos Secos Luis tiene una página web y cuenta en redes sociales donde promociona y oferta sus productos a toda la clientela. Una manera de impulsar un negocio familiar, de los de toda la vida, a través de las nuevas tecnologías. Una de esas tiendas de barrio que no deben morir nunca.