La Resixtencia, uno de los bares más jóvenes

I. Camarero Jiménez
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Ubicado en la calle San Millán alberga pinchos muy del agrado de los abulenses: callos, revolconas, tortilla, oreja...

La Resixtencia, uno de los bares más jóvenes - Foto: David Castro

Se camufla bien en el entorno pero muchos de los que hayan pasado en las últimas semanas por la calle San Millán -ya saben, la que desemboca en elGrande y que en su día acogió Casa Patas-, se habrán percatado de que un nuevo bar ha abierto sus puertas. Cuatro jóvenes se han unido en lo que han dado en llamar La ResiXtencia para desde allí atender a los aficionados a las tapas de toda la vida pero también ofertando menú del día entre semana y de cara al fin de semana su Menú Bistró.

El bar resulta pequeño y muy acogedor y cuenta ya con una buena clientela que anima la hora de los desayunos y la del tapeo. En su barra, el día que los visitamos tienen las siempre presentes revolconas acompañadas de suculentos torreznos, un apetecible revuelto y callos, oreja rebozada y también guisada y para rematar tortilla de patata (con cebolla).

Desayunos, tapas y menús es el abanico en el que se mueven en un lugar que llevaba tiempo gestando en su cabeza Chema Ruiz, el propietario. Se le ofreció esta oportunidad cuando regentaba el local de al lado en el que servía sobre todo bocadillos gourmet (La Encina se llamó) con buenos embutidos. Recuerda Chema que con anterioridad fue charcutero y carnicero y allí aprendió a manejarse con los productos que ahora transforma para agradar a sus clientes, además «me encanta comer y yo quiero que el que venga no se vaya con hambre». 

No está sólo, cuenta en barra con Adrián Fernández, su gerente; y al frente de las cocinas, Antonio Gallegos y Mario Cortés. La mayoría están curtidos en hostelería y algunos habiendo pasado por El Almacén, uno de los clásicos precisamente de Ávila y que mucho les ha marcado.

Decíamos que el bar resulta acogedor, pero es que la mayor parte del local, que está dividido en dos plantas, está ocupado por el comedor. Ahí encontramos mucha amplitud y si te fijas bien reconocerás en sus muros lo que un día fue el comedor del añorado Casa Patas que se ha reconvertido para la ocasión en un lugar para disfrutar de los menús que estos chicos preparan en dos versiones dependiendo del día. Y es que a diario la propuesta cuesta 15 euros y los jueves hay cocido completo.Para el fin de semana son 35 euros los que dan acceso a tres entrantes a compartir entre dos personas y después a elegir, carne o pescado. Quieren trabajar sobre todo con productos de temporada y la intención es no encasillarse y rotar menús cada 15 días. Como los menús, en barra rotarán los vinos por el mismo motivo y ya han hecho su primera cata a la que esperan sigan otras muchas y tienen en mente proponer un vino con maridaje cada 15 días también. Todo es empezar y desde luego que se los ve con muchas ganas, algo a lo que ayuda su juventud y es que el mayor apenas ha superado los 35 años.  Saben que la forma de alternar está cambiando por eso de lunes a jueves sólo abren en horario de mañana, de 9 a 17 horas. Viernes y sábado abren de 9 a 17 y de 20 a cierre. Bienvenidos.