LA trilla vuelve a convertirse en fiesta. Vecinos y visitantes de Gredos volvieron a disfrutar con una de las tradiciones de la zona ligadas al campo en una jornada marcada por el buen ambiente y el carácter festivo. La Fiesta de la Trilla llegó a su séptima edición con la organización del Ayuntamiento de Navarredonda de Gredos y la colaboración de la Real Cabaña de Carreteros de Gredos.
Unas 400 personas, según informó Cristina de la Lastra, se sumaron a una iniciativa desarrollada en Las Eras de Barajas, entidad de Navarredonda, que comenzó con la recogida de los trilladores en la plaza de Navarredonda de Gredos y el almuerzo con sopas en la Fragua de Barajas. Al mediodía se produjo el tendido de la parva y se empezó a trillar, una actividad de la que disfrutaron niños y mayores. Los bueyes de raza Avileña Negra-Ibérica, variedad Bardina, de nombres Regaliz y Noble, fueron los más observados.
Llegó la hora de comer y había que reponer fuerzas. No faltó la comida tradicional trillera para los asistentes, caldereta con patatas. El grupo de dulzainas Los Cáscaras amenizó la cita.
La fiesta continuó por la tarde con el cañizado y amontonado de la parva. Además, se iba a presentar la novela La canción del molino, de Begoña Ruiz, y se ofreció el espectáculo La rueda que da vueltas, de Laura Santos.