Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Electrizante

14/09/2023

Para los que pensamos que la automoción es la metáfora más cabal de la civilización, seguir sus pormenores es una tarea inspiradora. Viendo cómo los eléctricos de MG, la antigua empresa británica ahora de propiedad china, ha vendido en estos primeros seis meses lo mismo que todo el año entero; o que Tesla ya es la marca más vendida en Europa. O que Alemania, motor de Europa, la antes gigantesca manufacturera de coches del mundo, experimenta ahora un declive por la metamorfosis de la fabricación: se fabrica en un 30% menos del tiempo, su batería en un 20% menos. Un coche eléctrico tiene sólo una sexta parte de componentes que uno de combustión.
Una disrupción que supone un giro copernicano para el que no parece que la opinión pública esté siendo suficientemente preparada. Al contrario, el entumecimiento neuronal al que nos aboca el pasteleo politiquero narcotiza nuestras prioridades hasta insensibilizarnos de lo relevante. Por eso, son especialmente reconfortantes para Castilla y León las reflexiones del líder de Renault, Luca di Meo, en Munich, durante cuyo salón del automóvil se pusieron muchas cartas boca arriba.
Sostiene que nuestras fábricas, particularmente Palencia, podrían fabricar eléctricos el año próximo, pero sin prisas, porque España aún no es un mercado en que la tracción eléctrica sea prioritaria al contrario de otros países. Nuestras fábricas tienen tajo para «siempre» (en la acepción política, que quiere decir por ahora). Porque además, Europa debe participar en «una batalla» para defenderse de la amenaza de los fabricantes de vehículos eléctricos de China. En Castilla y León nunca nos hemos librado de las incertidumbres sobre nuestras automotrices, pero por ahora hemos salido bien parados. El actual desafío, sin embargo, es estructural y muy severo y tenemos que ponernos en posición de «prevenidos» de modo permanente. Y seguir trabajando. El mundo de los coches está electrizante.