La presentación del libro ‘La Guardia Civil en Ávila (1844-2014)’ se convirtió ayer en un nuevo homenaje de Ávila al Benemérito Instituto, como destacó ayer en la presentación de este libro el presidente de la Diputación, Agustín González. El acto, que se llevó a cabo en el Auditorio Municipal de San Francisco, contó con la presencia del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa y del delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano. Entre las autoridades también se encontraba presente el diputado abulense Sebastián González Vázquez, presidente de la Comisión de Interior del Congreso de Diputados. A todos ellos se unieron autoridades abulenses, civiles, militares y policiales; alcaldes de la provincia, guardias civiles y sus familias. Entre ellos se encontraban presentes familiares de agentes fallecidos en acto de servicio, a los que todos los intervinientes en el acto de presentación tuvieron palabras de reconocimiento.
El libro, cuyo autor es el comandante de la Guardia Civil, Félix Hernández Díaz, ha sido editado por la Institución Gran Duque de Alba, de la Diputación Provincial. La realización de este libro, según reconoció su propio autor, se debe a un encargo realizado por el responsable de la Comandancia de Ávila en el año 2012, el entonces teniente coronel Juan Manuel Llenderrozas, que encargó la recopilación de fotografías para la realización de un trabajo sobre la Guardia Civil en Ávila. Al final, el trabajo se convirtió en una investigación sobre la historia de la Guardia Civil en la provincia de Ávila, por indicación del director de la Institución Gran Duque de Alba, Carmelo Luis López, que ha sido el organismo que al final se ha encargado de su publicación.
El libro se estructura en diversas partes. Realiza una breve historia de la Guardia Civil, y analiza como es hoy la Guardia Civil, para pasar a centrarse en el aspecto más local: la presencia de la Benemérica en la provincia de Ávila. Su relato histórico comienza en el mismo momento que llegó a nuestra ciudad 19 de noviembre de 1884, así con los primeros efectivos que se desplegaron en la provincia, donde se distribuyeronen 17 puestos y 3 líneas, que se encontraban situadas en Arévalo, Piedrahíta y La Adrada, como destacó el autor del libro. Continúa después con diferentes hitos históricos en la provincia y servicios relevantes. Se detiene en los fallecidos en acto servicio, hacia los que tiene un reconocimiento. Acuartelamientos y especialidades llenan las páginas de otros apartados. El libro concluye con una memoria fotográfica, que representan escenas del trabajo diario de los agentes y otras también de carácter costumbrista.
El director general de la Guardia Civil destacó que la Benemérita en estos años ha sabido adaptarse a los tiempos para ofrecer el servicio que la sociedad demanda, pero destacó que siempre ha mantenido sus principios y valores éticos y que siguen utilizando en su práctica diaria.