Ornitología de altos vuelos en Piedrahíta

M.E
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Dos vecinos del Corneja, Juan José García y Pedro Díaz, triunfaron en la 70 edición del Campeonato Mundial de Ornitología celebrada en Nápoles en enero, al obtener un segundo puesto por equipos y un primero en individual

Ornitología de altos vuelos en Piedrahíta

PIEDRAHÍTA está en lo más alto de la ornitología española. Dos de sus vecinos, Juan José García Salazar, natural de la villa, y Pedro Díaz González, de Becedillas, participaron con sus ejemplares y triunfaron en la edición número 70 del Campeonato Mundial de Ornitología, celebrado en el mes de enero en Nápoles (Italia). Allí compitieron unos 24.000 ejemplares de aves distribuidos por secciones según las distintas razas, como canarios, jilgueros, periquitos o agapornis, en el caso de nuestros dos protagonistas, canarios.

Peón de albañil de profesión, aficionado desde pequeño al mundo de las aves y criador, Juan José García obtuvo el subcampeonato del mundo con un equipo de canarios de la modalidad lizard (en la sección de postura), en concreto de la gama oro casco partido, una de las varias que existen (lizard oro, plata y azul y los grupos sin casco, casco partido y casco completo).

Por su parte, Pedro Díaz consiguió el campeonato del mundo individual con una hembra bruno opal rojo mosaico. Los 94 puntos que obtuvo su ejemplar de canario de color le sirvió para llevarse la codiciada medalla de oro, dentro de una competición en la que los machos y las hembras compiten por separado por su dimorfismo sexual.

Pedro y Juan José explican que en los canarios de color hay dos tipos de pájaros, los lipocromos (color de plumaje uniforme) y los melánicos (tienen unas líneas llamadas melaninas)  y que, en función de esas características, se pertenece a una gama o a otra. En el caso de los melánicos, cada gama se puede dividir en mutaciones surgidas con selección genética con el paso de los años y el trabajo de los criadores. Además, detallan, los canarios pueden ser de categoría intenso, nevado o mosaico», en función de los matices de su color. 

Pedro Díaz también sintió entusiasmo por estas pequeñas aves desde bien pequeño. «En casa no podía faltar un jilguero alegrando la vida familiar como pasaba en muchos hogares españoles», nos cuenta. Con el paso del tiempo, cuando pudo costearse los gastos que supone tener un criadero de canarios, empezó con sus primeras parejas. Hacia el año 2007 o 2008 conoció a Juan José, al que llama su maestro, y se hicieron compañeros de afición. En 2009 se federó y obtuvo su primer número de criador nacional. Camarero de profesión, pertenece a la Asociación Ornitológica Abulense, donde son unos 40 socios y organizan su concurso social.

Participan (y con buenos resultados) en todos los concursos que pueden (también regionales y nacionales) y, con el empuje de Juan José, se animaron a participar en su segundo campeonato del mundo, donde los dos lograron sendas medallas muy merecidas y trabajadas. Ahora, mientras esperan al próximo mundial que tendrá lugar en Talavera de la Reina, lo que más les preocupa es que la Ley de Bienestar Animal pueda afectar negativamente a una afición que, aunque les cuesta mucho dinero, es su gran pasión y no quieren renunciar a ella.