Editorial

La lucha contra el paro como eje de las políticas de desarrollo de la provincia

J.M.M.
-

El motor de desarrollo de nuestra sociedad se mide en buena medida por la capacidad de generar oportunidades laborales y consolidar empleo para propiciar el mantenimiento de la población y, en la medida de lo posible, hacer que aumente en nuestros pueblos y ciudades. El análisis de la evolución de los datos del desempleo en la provincia de Ávila en 2022 deja sensaciones encontradas, con cuatro de cada diez municipios en los que se produjo una bajada de las cifras del paro. A su vez, en quince de las veinte localidades con más población, donde se producen esas fluctuaciones que afectan a la evolución final del desempleo en el conjunto de la provincia, las cifras del desempleo cayeron respecto a 2021, empeorando en cinco, entre ellas la capital abulense. Bien es cierto que la mayor parte de los pueblos tienen unas cifras de parados muy bajas, y en cerca de la mitad hay menos de cinco desempleados, y en una veintena no había registrado ninguno. Estamos hablando, no obstante, de unas poblaciones pequeñas, donde la mayor parte de los vecinos que residen en ellos son aquellos que han podido mantener su modo de ganarse la vida y no han tenido que emigrar a otros lugares en busca de un sustento vital que les permita desarrollar su proyecto de vida. Eso por no hablar del nivel de envejecimiento de esas poblaciones, con muchas personas que ya no están en edad de poder trabajar. 

A pesar de ello existen parámetros que demuestran que muchas localidades tienen una gran capacidad de generar oportunidades laborales, y ello puede propiciar su desarrollo en el futuro. Esa evolución del mundo laboral es la que nos refleja haciendo dónde puede caminar una provincia que cuenta con una baja natalidad y una población cada vez más envejecida, y que debe reinventarse para invertir esa tendencia. 

El año 2023 se presenta como un año muy importante para ver si esa evolución del mundo laboral lograr romper ciertas barreras. Para comprobar si esta provincia tiene capacidad de atracción de iniciativas empresariales que puedan generar empleo, si los autónomos pueden sobrevivir ante unas condiciones económicas más complicadas, en definitiva, será el momento de comprobar, si una vez superada la pandemia y si se produce una estabilización tras los efectos devastadores que provocó el inicio de la guerra de Ucrania, se pueden dar las condiciones para que ese desempleo siga bajando. Estamos por debajo de la barrera de los 10.000 parados, con cifras similares a las de 2007, momento en que dio comienzo la anterior crisis económica, y se puede decir que partimos de cero para intentar que el paro en esta provincia alcance mínimos históricos. Es el momento de apostar decididamente por aquellos sectores que puedan definir el futuro de una provincia con muchas posibilidades, que tiene sus carencias también, pero que debe ser consciente de sus posibilidades para crecer, para mejorar las condiciones de vida de sus vecinos y para propiciar la llegada de nuevos habitantes que revitalicen y den el impulso que necesita Ávila. Una tarea donde no se puede dejar a nadie de lado y donde todos pueden aportar.

ARCHIVADO EN: Empleo, Paro, Ávila, Ucrania, Natalidad