Una historia ficticia, una obra de teatro que comienza presentando un lugar y recreando unos hechos que ocurrían en nuestros pueblos hasta bien entrados los años sesenta del siglo pasado. «Valtodano, despoblado adyacente a Langa (Ávila) en septiembre de 1961.La acción se desarrolla en los lavaderos de piedra, cerca de la fuente natural del lugar». Así comienza una comedia que pretende ser un reconocimiento hacia nuestras madres, aquellas mujeres que en los pueblos desempeñaban una labor imposible de olvidar por la importancia que suponía para todas las familias. Estos trabajos se llevaban a cabo en los lavaderos que todos nuestros pueblos tenían en pozas, fuentes, o incluso en ríos, donde lavaban la ropa de todos los miembros de las extensas familias. Ocurría así porque el agua corriente no llegaba a las casas de los pueblos, algo que no comenzó a ocurrir en muchos de nuestros pueblos hasta finales de los años sesenta y setenta del siglo pasado.
Esta obra teatral 'Las lavanderas del Altodano', pretende ser eso, un reconocimiento hacia estas mujeres que hiciera frío, calor, lloviera o nevara, se dirigían a lavar la ropa de sus familias a estos lugares donde el agua se convertía en el elemento esencial. Como lo eran estos lugares, porque en ellos había agua. En esos momentos el agua no llegaba a las casas y eran las mujeres las que en muchos casos tenían que recorrer unos cuantos kilómetros para realizar la colada.
La obra fue presentada por la Asociación 'La Queda' de Arévalo en Langa, el lugar donde se ubica físicamente la obra. Su autor, Ivan Antonio Enríquez, explica en su muro de Facebook el recorrido de esta obra: «Comenzó hace (casi) dos años, cuando Laura, una mujer de Codorniz nos encargó realizar una obra específica para el día de la mujer y que le parecía adecuado hacerlo sobre las lavanderas de antaño, que seguro que la gente del pueblo les iba a gustar». Como así sucedió con la representación que se hizo en la tarde del pasado martes en Langa, donde la gente disfrutó de la escenificación de la obra.
A indicación de la vecina localidad de Codorniz (localidad segoviana cercana a Arévalo) el autor de la obra señala que comenzaron a investigar, «preguntando a las verdaderas protagonistas de esta historia, las mujeres de antes, que conocieron muy bien la labor de lavar en los pilones del pueblo». Reconoce que de esta guisa nació una «obra seria», de algo más de 40 minutos que « traía a la mente de los más mayores un recuerdo casi olvidado y una tarea de lo más ardua y complicada».
Recuerda el autor, Ivan Antonio Enríquez, que la historia gustó mucho, por lo que optaron por preparar el libreto para poder ser puesta en escena. Comenta que la pusieron en escena en Aldeaseca, donde pudieron comprobar que funcionaba. También en Langa, el lugar donde se desarrolla la acción, el éxito estaba asegurado, como al final también ocurrió, con la puesta en escena que hizo el grupo de actores de la Asociación 'La Queda'.