Gerardo L. Martín González

El cimorro

Gerardo L. Martín González


La utopía del coche eléctrico

07/02/2023

¿Qué es una utopía? Tomas Moro la definió en una isla ideal, y otros intelectuales, también escribieron sobre lo que creían era la utopía. Pero veamos que dice el diccionario de la RAE: «Utopía: Plan, proyecto, doctrina o sistema ideales que parecen de muy difícil realización». Si tomamos esta primera acepción del diccionario, se ha elaborado un plan o proyecto ideal, para rebajar, si no se puede eliminar del todo, la situación en el cambio climático nefasto que influye en el clima, y sus consecuencias desastrosas, aunque también sanitario, producido por la emisión de gases nocivos producidos, entre otros, por la combustión de productos de origen fósil, concretamente el petróleo, que producen entre otros, la circulación de automóviles. Solución de las mentes pensantes: eliminar estos vehículos, sustituyámoslos por vehículos eléctricos. En esta historia de la polución y del cambio del clima, se ha señalado como el chico malo al automóvil, como en otro tiempo lo achacaron a los peos de las vacas ¿es que no hay nada mas, como aviones y barcos, maquinaria pesada, o en fábricas, que pueden equivaler a millones de motores de automóviles. Esto, sin mucha imaginación, huele a negocio de algunos; es mas fácil vender coches que aviones o cruceros o grandes camiones. Los que mas protestan son los ciudadanos de grandes urbes que, siendo cierto, la solución sería muy local.
Al petróleo se le ha llamado «el oro negro», porque aparte de lo mas conocido, que de él se saca la gasolina y el gasóleo, se le señala casi el único culpable del problema; pero también se pueden obtener, por citar algunas, keroseno, butano, asfalto para los millones de kilómetros de carreteras, fertilizantes, plaguicidas, fungicidas, parafinas, aceites para motores, herbicidas, ceras, plásticos, pinturas, nylon, detergentes, disolventes, perfumes, cosméticos, aditivos para los alimentos, fármacos, productos sanitarios, y muchas cosas mas para la industria. Y todo esto se aprovechará mientras las bolsas de petróleo, formadas hace millones de años, existan. Pero se ha puesto el ojo en la combustión de los vehículos, y no han encontrado mejor solución que inventar el coche eléctrico.  Pero... nada es perfecto, y todo tiene sus pros y contras.
Algunas cosas a favor frente a los coches de combustión. 1.- No producen el nefasto CO2, no emiten gases perniciosos, directamente, claro, pero vete a saber cuánto emiten en su fabricación, o como se produce la energía eléctrica que consumirán.  2.- Al ser su motor mas simple, hay menos averías mecánicas, porque hay menos piezas en movimiento.  3.- Mas sencillo el mantenimiento, casi exclusivamente de frenos, neumáticos y habitáculo, igual que un coche de combustión. Solo revisiones del estado de las baterías y del motor.  4.-El consumo de energía eléctrica, hoy por hoy, resulta mas económico que utilizar combustibles líquidos. 5.-Puede aparcar en cualquier sitio, pues no tiene limitaciones ni prohibiciones de circulación en ciudades. 6.- Como se quiere fomentar su uso, por ahora, gozan de algunas ventajas fiscales, y de ayudas de financiación.
Por el contrario, hay cosas desfavorables, tan importantes, que pueden hacer desistir o ampliar plazos de extinción de los coches de combustión (en Europa se ha fijado el uno de enero de 2035, para dejar de vender coches nuevos de combustión). He aquí algunas cosas negativas: 1.- El precio. Es caro, o muy caro, y en España al menos inasequible hoy para mas del 90 % de la población; con datos estadísticos, un coche eléctrico nuevo suele ser el doble que un sueldo medio anual. 2.- Limitación de recorridos. La autonomía de un coche eléctrico, el mejor, no llega a los 600 Km, siendo lo normal que esté alrededor de los 400 Km a partir de los cuales hay que recargar la batería. Y ¿Dónde? Hoy cualquier coche de combustión, no tiene esta limitación, y hasta en el mas recóndito núcleo urbano, siempre habrá alguna lata de combustible, pero no un enchufe  3.-El punto fuerte del coche eléctrico es su batería, aunque paradójicamente, también es el mas débil. Hay un componente imprescindible que es el litio, también llamado "oro blanco", que como de tantas cosas, también somos deficitarios en España. Las baterías pierden facultades de carga según pasa el tiempo, número de recargas, temperatura, aire acondicionado, recorridos con mucha carga o pendientes, y, por ende, va perdiendo el coche autonomía, que no es mucha. La batería es cara, casi la mitad del precio del coche, a tener en cuenta si hay que cambiarla por otra nueva. 4.- Puntos de recarga. Hay algunos públicos, otros en garajes, quien lo tenga, pues 7 de cada diez coches duermen en la calle. En las gasolineras actuales, llega el camión cisterna, descarga y se va, y llenar el depósito se tarda poco. Dado el tiempo que necesitan estas baterías para recargarse, ni colocando una toma en cada farola, sería suficiente para cubrir la demanda. Además, las compañías eléctricas tienen que hacer nuevas instalaciones o reforzar las existentes, para dotar de energía suficiente para una gran demanda. En fin, propuestas utópicas hay muchas, incluso aquí en Ávila. Pero por estar en campaña electoral, lo dejamos para otro día.