Campeón de invierno... Pero no siempre en verano

Alberto Sánchez
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En los últimos años ningún líder con 8 de ventaja sobre el segundo al final de la primera vuelta –situación del Real Ávila– perdió la iniciativa. Algunos campeones de invierno se derrumbaron en la segunda

Campeón de invierno... Pero no siempre en verano

Comienza la segunda vuelta en el Grupo VIII de Tercera RFEF. Lo hace con el Real Ávila desde lo más alto, con 8 puntos de ventaja sobre el segundo –Júpiter Leonesa B– y el título honorífico de campeón de invierno bajo el brazo, una vitola que dice mucho pero que no lo asegura todo, empezando por lo de ser campeón a final de curso. Bien es cierto que dice mucho, que acerca al protagonista al objetivo y le pone, por números e intenciones, más cerca de aquello que ansían otros, pero la realidad es que no siempre quien ha terminado en lo más alto a la conclusión de la primera vuelta lo ha reafirmado a la conclusión de la segunda. Suele ser habitual que quien se mostró más fuerte en la primera parte del campeonato lo haga en la segunda, pero no siempre se cumple la norma. Que se lo pregunten a equipos como el Cristo Atlético, Villaralbo,RealValladolid B,Mirandés,Burgos CF... Cada caso diferente, bien es cierto que el contexto pasado nada tiene que ver con el presente. No sólo por los equipos que conforman el Grupo VIII de Tercera, de un pelaje muy diferente a aquellos de comienzos del nuevo siglo, sino por el propio sistema de competición, que ahora premia al campeón con el ascenso directo, un incentivo demasiado poderoso como para perder aquello, el liderato, que con una fase de playoffs por delante no aseguraba nada. Ahora el premio es demasiado jugoso como para dejárselo escapar.

Revolviendo los datos y los números, la realidad de las últimas décadas señalan que ningún equipo en una situación como la que actualmente tiene el Real Ávila entre manos, ocho puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, se dejó escapar el campeonato. Nadie ha perdido en los últimos años el mano a mano con el segundo clasificado con una ventaja como la encarnada.

Pero antes de mirar lo que hicieron otros, mejor mirar lo que hizo uno mismo, un Real Ávila que vivió su último ascenso en la aquella temporada 2001-2002. El equipo, que empezó con Fernando Calderón al frente y lo acabó con Luis MiguelMartín del Río, fue campeón de invierno –el Real Ávila llegó a la jornada 19ª con un partido menos que sus rivales– con 41 puntos y cerró la temporada como campeón con 83 en el casillero en un mano a mano con la Segoviana a la que mantuvo a raya. De los 3 puntos de ventaja en esa jornada 19ª a los 4 de la segunda a la conclusión.   

Una situación similar. Fue el Zamora (46 puntos) campeón de invierno en la 2015-2016 con 8 puntos de ventaja sobre la Gimnástica Segoviana (38).Los zamoranos acabarían siendo campeones con 84 puntos frente a los 77 de los azulgranas. En la 2014-2015 la Arandina cerraba la primera vuelta como campeón de invierno con 9 puntos de ventaja –42 frente a 33– sobre el Numancia B, actualmente en Regional de Aficionados. Una distancia que se mantuvo –8– cuando el campeonato acabó con los chicos de El Montecillo líderes con 74 y los del Francisco Rubio en segunda posición con 66.  

Llamada de atención. En el Real Ávila siguen insistiendo en una idea, no se puede descartar aún al Salamanca UDScomo rival. Los encarnados tienen once puntos de ventaja sobre los salmantinos, pero siguen sin perderles de vista. Nadie ha recuperado un liderato con esa distancia, pero sí ha planteado batalla. Ocurrió en la temporada 2017-2018. Aquel año el Unionistas cerró la primera vuelta líder (44) con tres puntos de ventaja sobre el Astorga (41). Lo cerró como campeón (80) también con una ventaja de tres puntos sobre su principal perseguidor, pero en este caso era la Arandina (77). Los de El Montecillo, que habían acabado la primera vuelta en séptima posición con 28 puntos –a 16 del Unionistas– fueron capaces de recortar 13 a sus vecinos.

Inicios del 2000. Curiosamente se cambió de siglo y arrancó el año 2000 con uno de esos giros de guión en lo alto de la tabla. Fue campeón de invierno el Real Valladolid B con 44 puntos y segundo el Salamanca B con 38. Sin embargo aquel campeonato 2000-2001 se lo llevó a final de curso el CF Palencia. Acabó la primera vuela quinto (34) a 10 puntos del RealValladolid B y la terminó como campeón con 74, uno más, 73, que los pucelanos.

Si de cambios de guión va la cosa, toca mirar a la 2002-2003.La primera vuelta la cerró el RealValladolid B en lo más alto (41) seguido muy de cerca (40) por La Bañeza. Sin embargo la temporada acabó con el Palencia CF como campeón (76) y el Promesas Ponferrada segundo (72). Fue año de cambios la 2003-2004.Campeón de invierno el Norma (42), le seguía muy de cerca la Segoviana (41). Al final de temporada era la Segoviana el campeón (78) por delante del Norma (73). El Promesas Ponferrada de aquellos años dominaría el curso siguiente. En la 2004-2005 cerró el filial berciano la primera vuelta con 41 puntos, uno más que el RealValladolid B (40), segundo. Fue campeón a final de curso con 81 puntos, pero en este caso con dos de ventaja sobre el Real Ávila (79), que se coló en la pelea tras finalizar la primera vuelta en sexta posición a ocho (33) de distancia.  

La mayor ventaja. Con la mayor ventaja de las últimas décadas se proclamó campeón de invierno el Mirandés –53 puntos– en la temporada 2007-2008. Nada menos que 16 puntos de ventaja sobre la Gimnástica Segoviana (37). La ventaja creció hasta los 19 durante la segunda vuelta. Aquel Mirandés, que se quedó sin el deseado ascenso en los playoffs, acabó con 95 puntos frente a los 76 de su perseguidor. Aquellos años se batían el cobre rojillos y azulgranas por la primera plaza.  Con dos puntos –40 frente a 38– había sido campeón de invierno el Mirandés en la 2006-2007 ante la Segoviana  con 84 puntos frente a 76. Cerraron la liga en el mismo orden. En la 2005-2006 la voz cantante la llevó la Segoviana, líder al final de la primera vuelta –46 puntos frente a 42– ante el Mirandés y líder al final del campeonato. Llevó el Mirandés su puntuación hasta los 89, pero de nada le valió ante los 97 de la Segoviana. Y como aquellos años el campeón no ascendía, encontró el ascenso el Mirandés sin ser campeón y rompiendo la regla. En la 2008-2009, por tercera temporada consecutiva, el equipo rojillo era campeón de invierno con 49 puntos. Esta vez su rival era Palencia (44). Cinco de ventaja. Los palentinos acabarían primeros (90 puntos). No sólo recortaron la desventaja sino que le metieron cuatro puntos –86– a un Mirandés que, aunque segundo, encontró el ascenso. Como aquel Palencia.   

De los duelos entre elMirandés y la Segoviana se pasó al mano a mano entre el Burgos y el RealValladolid B. Sería campeón de invierno el filial pucelano (44) en la 2009-2010 con apenas un punto de diferencia (43) sobre elBurgos, que se llevaría la liga con 90 puntos en el casillero y cinco de ventaja  sobre el RealValladolid B, segundo (85).  

Campeón de invierno y campeón final fue el Burgos en la 2010-2011. 41 puntos en la primera vuelta, 84 en la segunda, aunque con un rival final inesperado. Porque tuvo que pelear el liderato con un Villaralbo que había cerrado la primera vuelta con 32 puntos, a 9 de los burgaleses, y la cerró segundo con 83, a uno de distancia.  Repetiría guión el equipo burgalés en la 2012-2013. Campeón al final de la primera vuelta (46 puntos) con cuatro de ventaja (42) sobre la Leonesa. Incrementaría su ventaja –8– al final de temporada, cuando se proclamaba campeón con 90 frente a los 82 de los leoneses. Los burgaleses lograrían el ascenso.

Se proclamó campeón de invierno la Leonesa (47 puntos) en la 2011-2012  y la cerró tercero (82).Perdió el mano a mano con el Real Valladolid B, segundo (46) al final de la primera vuelta y líder (86) al cierre de un campeonato que peleó con el Real Ávila de José Luis Diez, el de los 84 puntos y los 84 goles.

No se movió la primera posición de manos del Real Valladolid B en la 2013-2014. Campeón –46 puntos– al final de la primera vuelta sobre el Astorga –42–, cerró el curso líder con 83, seis sobre los leoneses (77).  

No le sirvió al Cristo Atlético la vitola de campeón de invierno 2016-2017 para serlo en verano.Los palentinos cerraron la primera vuelta líderes con 47 puntos, uno de ventaja sobre la Segoviana, 46. Sin embargo los azulgranas cerrarían el curso como campeones con 91 tras el desplome de los palentinos, cuartos con apenas 76 tras firmar apenas 29 puntos en la segunda vuelta.

No se movió de lo más alto el Zamora en la 2018-2019. Cerró la primera vuelta líder con 2 puntos de ventaja (46) sobre la Arandina (44). Acabó el curso como campeón (90) con tres de ventaja sobre la Segoviana (87). Los mismos tres que separaban a ambos en la primera vuelta.

Tras los dos años marcados por los condicionantes de la Covid-19, se estrenó en la 2021-22 el actual sistema del ascenso directo para el campeón. Lo estrenó el Guijuelo, campeón al final de la primera vuelta (36) con tres punto de distancia sobre el Júpiter Leonesa B (33) y once de distancia al final del campeonato (75) con el Almazán, segundo (64).  

Habla en muchas ocasiones Miguel de la Fuente de la Arandina 2022-2023 como ese 'ejemplo' a seguir para conseguir el objetivo, el que lograron los de El Montecillo, líderes al final de la primera vuelta (37) con dos puntos de distancia sobre elAstorga (35) y campeones a final de curso con  siete –68 a 61– ante su rival.