Era el minuto 89 de partido ante elLaguna cuando Miguel de la Fuente llamaba a Llorián para saltar al campo. El lateral, aunque estaba en el banquillo, se encuentra lesionado. Durante la semana no había 'trabajado' con el equipo. Ni siquiera había calentado, pero se ponía las espinilleras, la camiseta y saltaba al campo para disputar un minuto de partido. Con 6-0 no hubo prolongación. Desde fuera se entendió que se quería brindar a Nabil, con tres goles en su casillero particular, la oportunidad de la ovación del público, que se llevó, pero no. En el trasfondo, permitir a Andrés Llorián sumar un partido oficial más a su cuenta personal con la elástica encarnada. Porque el capitán del equipo está cerca de los 350 partidos y quieren ayudar a que los consiga.