Aunque desde este miércoles en nuestro país ya no quedan espacios en los que la mascarilla siga siendo obligatoria su uso sí es recomendable en distintos lugares de cara a proteger a la población vulnerable que durante la pandemia, se ha demostrado, ha sufrido un «mayor impacto en términos de morbilidad y mortalidad». De hecho, el acuerdo del Consejo de Ministros por el que se declara la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19, y con esta medida el cese de la obligatoriedad del uso de la mascarilla en aquellos espacios sanitarios y sociosanitarios donde aún se mantenía esta protección, recoge la «necesidad de reforzar el uso de mascarilla en determinados contextos y situaciones». En concreto, la orden del Ministerio de Sanidad publicada este miércoles en el BOE habla de reforzar su uso por parte de las personas sintomáticas cuando estén en espacios compartidos y también por los profesionales que atiendan estos casos sintomáticos. También se incluye en este grupo a las personas que trabajan en unidades de Cuidados Intensivos y en unidades con pacientes vulnerables «siguiendo las recomendaciones de control de infección aconsejadas por los servicios de medicina preventiva y prevención de riesgos laborales, según la valoración de riesgo de cada centro sanitario», a la vez que también se extiende esta necesidad «a las urgencias hospitalarias o de atención primaria, incluida la sala de espera». Por último, la orden del Ministerio de Sanidad también insiste en esa necesidad en los centros residenciales de personas mayores y personas con discapacidad, «teniendo en cuenta que se trata de entornos en los que viven las personas más vulnerables». Así, aquí, y aunque no se recomiende el uso universal de las mascarillas sí se considera necesario tomar «precauciones adicionales en caso de aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes para evitar brotes y cuidando en todo caso el bienestar de los mayores tanto a nivel físico como emocional».
A estas recomendaciones se refirió de hecho el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano, que a través de una nota de prensa instó a la ciudadanía y a las autoridades sanitarias a «mantener la cultura de responsabilidad adquirida en los últimos años y a seguir utilizando mascarillas y otras medidas higiénicas ante la presencia de síntomas de infección respiratoria».
Aprovechó Galeano la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19 para hacer balance de los últimos tres años en los que, dijo, «dejamos atrás una situación de pandemia que ha servido para demostrar la importancia de la colaboración entre instituciones», reiterando además su «agradecimiento» a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado «por velar por la seguridad de los abulenses y por el cumplimiento de las normas en las distintas fases de la situación de emergencia sanitaria».
Igualmente, el subdelegado del Gobierno resaltó la «solidaridad» de empresas, universidades, Organizaciones no Gubernamentales o particulares «a lo largo de todo este tiempo pero, fundamentalmente, en los primeros meses con donaciones de material de protección, como mascarillas, EPIs y gel desinfectante, que también llegó por parte del Gobierno de España a nuestra provincia».