Las obras de emergencia en la zona de la Muralla del paseo del Rastro afectada por el derrumbe del pasado noviembre están a punto de finalizar, a falta de remates. Son trabajos que se están haciendo de forma simultánea con los de otros dos puntos del monumento, con la consolidación del lienzo entre los cubos 82 y 83, donde es necesaria una reconstrucción, y en el arco del Alcázar, donde este mismo lunes se colocó el andamio. Las obras conllevan una inversión de casi 333.000 euros y comenzaron el pasado marzo, con un plazo de ejecución de cinco meses. El equipo técnico del Ministerio de Cultura encargó la memoria de obra al estudio de arquitectura abulense Arturo Blanco Herrero y la ejecución la hace la empresa abulense Saja.

La parte de emergencia corresponde al derrumbe que se produjo en el paseo del Rastro, en los cubos 77 y 78, donde el tramo estaba en estado crítico tras lo sucedido en noviembre, un derrumbe que tuvo lugar en el muro que separa el colegio Diocesano y el adarve de la Muralla y que supuso la caída de dos merlones del monumento hacia el Rastro. A día del hoy los trabajos en las partes dañadas de la Muralla están prácticamente finalizados, a la espera de pequeños remates. Los merlones están ya completamente reconstruidos y consolidados, adelantándose así al plazo de ejecución.

Sin embargo, están las otras dos actuaciones que se desarrollan en la Muralla y con las que le Ministerio de Cultura quiere garantizar su conservación y solidez.

El primero de los puntos es el de las obras de consolidación entre los cubos 82 y 83 que, según señalan desde el Gobierno, están muy avanzadas. En este punto se produjo una situación crítica al abombarse un tramo de tres metros en una zona central del vano, en el lugar donde la mampostería de granito gris se ve interrumpida por una mampostería ordinaria con otro tipo de granito y piezas desordenas. En esta zona, situada tras la escultura de San Teresa en una zona próxima al inicio del paseo del Rastro, ya se ha realizado la consolidación de la Muralla bajo la rasante y, actualmente, se está trabajando en la recuperación del volumen de la parte que había sufrido deformaciones y amenazaba con desplomarse. Tras la consolidación del interior, que presentaba huellas de ocupación durante la fase de acuartelamiento de ese sector del recinto defensivo, se está reconstruyendo la zona exterior del lienzo con los materiales previamente desmontados y con alguna pieza procedente de los almacenes municipales.

La tercera parte de este trío de actuaciones se sitúa en la puerta del Alcázar, donde este mismo lunes se situó el correspondiente andamio. Entre los cubos 83 y 84, frente al mercado Grande, había humedades que provocaban desprendimientos de caleña en el arco. Aquí se están haciendo obras de consolidación de la bóveda, por las que se están extrayendo las sales solubles de la piedra, antes de proceder a la consolidación de las partes afectadas, con unos trabajos que finalizarán en agosto.

Además, en los tres emplazamientos se ha actuado en el adarve de la Muralla para mejorar la impermeabilización y evacuación de las aguas de lluvia.