Más no se puede hacer

Alberto Sánchez
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Colegios Diocesanos
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Villaralbo
Finalizado
Empate sin goles –octavo– entre el Colegios Diocesanos y el Villaralbo en una tarde en la que los colegiales fueron superiores, dominaron y tuvieron numerosas ocasiones para marcar. La gran actuación de Ángel bajo palos impidió el gol

Más no se puede hacer - Foto: Isabel García

Diocesanos.

Mario Velayos; Josito, Garri, Docar; Sergio Nogal, Nacho (Ibra, 55'); Ángel Encinar, Camilo (Diego Pérez, 77'), Sergio Mayorga (Fer, 64'); Choflas (Jorge Rodríguez, 55') y Robles (Pitu, 77').

Villaralbo.

Ángel; Aziz, Cepeda, Moreta, Raúl Álvarez; Sagna, Luismi (Rubén, 64'), Cisneros (Crespo, 75'), Peralta (Maga, 75'); Manero (Suárez, 64) y Santos (Abel, 39').

Goles.

Sin goles

Árbitro.

Suárez Larren.

Mostró cartulinas amarillas al localCésar y al visitante Raúl Álvarez,

Incidencias.

Partido correspondiente a la jornada 14ª del Grupo VIII de Tercera disputado en el Sancti Spíritu.

Ocasión perdida. El Colegios Diocesanos dejó escapar 'vivo' al Villaralbo en una última tarde de fútbol de 2023 en el que el Sancti Spíritu se llevó las manos a la cabeza incrédulo cuando perdió la cuenta de las ocasiones de gol que tuvieron los suyos ante un rival al que ganar suponía salir de los puestos de descenso. Esta vez lo hicieron todo bien los colegiales.Reproches, los mínimos. Pusieron de su parte las ganas, la intensidad, el dominio, el juego, las ocasiones e incluso los remates a puerta. Y si el Villaralbo se marchó con la portería a cero no fue por un milagro, sino porque tienen un 'Ángel' infranqueable bajo palos. Porque los remates de César, Choflas o Pitu, entre otros, hubieran sido gol en cualquier otra situación, pero se toparon con la enorme actuación de un portero que permitió a los zamoranos sumar un punto. Todo lo contrario a los colegiales, que perdieron dos.

Se jugaba mucho el Diocesanos en la última tarde del año. De ganar, saldría del descenso a costa de un Villaralbo cuya inquietud ya se llevó por delante a Pablo Gil hace unas semanas. El comodín del técnico –ahora Miguel Ángel Álvarez– ya lo han gastado. Y comenzó el partido ajeno a la niebla que poco a poco iba cayendo sobre la ciudad pero con la inquietud de lo mucho que ambos tenían en juego. De la inquietud, a la impaciencia y la precipitación.Primeros minutos de juego, corría demasiado el balón y aguantaba poco en las botas de los protagonistas. Probaba suerte el Villaralbo con balones colgados al área y buscaba el robo y la carrera el Diocesanos. Camilo, Choflas y Nacho se pegaron el primer calentón, aunque sin éxito. No hizo falta esperar mucho para entender el plan de cada uno.

Se afanaba el Diocesanos en volcar el partido sobre el área visitante y aunque era más por  insistencia que por eficacia, como punto de partida era más que válido. Era cuestión de picar piedra y de tanto pegar con el martillo, la piedra quebró.

Fue Robles el que abrió el primer hueco con un buen eslalon entre los zamoranos. Cayó en el área, quedó suelto el balón y lo rebañó Choflas.Carrera en paralelo a la portería, amago de disparo ante Moreta y un pasito más para abrirse hueco antes de disparar cruzado. A lo argentino, con la rodilla al suelo, desviaba Ángel con el pie. La primera de muchas que vendrían después. En el rechace quiso Camilo poner la puntilla a la jugada, pero el disparo lo desvió la defensa.

Vio el equipo de Lastras que se podía y se animó. De nuevo fue Robles –minuto 23– el que se fue por ímpetu entre los defensas para forzar la salida de Ángel a sus pies cuando el campo se agotaba y la línea de fondo amenazaba con poner el punto y final a la jugada. Balón suelto, despeje a la frontal y buen disparo desde fuera del área de Mayorga al segundo palo para obligar a Ángel a estirarse y evitar el gol.  Sumaba ocasiones el Diocesanos ante un Villaralbo que se veía superado por la intensidad de un rival que seguía sumando una tras otra. Choflas y Camilo volvieron a poner de su parte, pero les falló el punto de mira. Lo ajustó  –minuto 33– Robles, esta vez de cabeza en el área pequeña. Si el remate fue bueno, no desmereció la reacción de Ángel, que a un palmo sacaba la manopla para desviar a córner.

Hacía tiempo que merecía el gol el equipo colegial, que vería como Choflas –minuto 35– perdonaba con todo a favor cuando no acertó a rematar un centro a media altura. Por ocasiones los de Lastras ya debían ganar de goleada, pero el marcador se mantenía en el 0-0. Yeso era la peor noticia para los locales y la mejor para los visitantes, que se agarraban a Ángel, que se pegaría un fuerte costalazo en un choque con Choflas fuera del área en el que ambos buscaron un balón en largo. Con Ángel en el suelo, no detuvo el partido el colegiado.  Protestaron los zamoranos, continuaron la jugada los colegiales y la defensa zamorana sacaba el disparo de Choflas bajo palos. De haber sido gol se abría calentado el partido, que abordaba los últimos minutos de la primera parte con un último disparo de Robles –minuto 45– con la puntera que Ángel mandó a córner. Abrió los brazos, se preguntó qué más se necesitaba. En realidad, se lo preguntó todo el Sancti Spíritu.

Tras una gran primera mitad, la segunda fue diferente. Al menos de inicio. Le pudo costar muy caro al Diocesanos una pérdida en salida de balón. Se marchó Abel con ganas para zafarse de los locales y ante la salida de Mario Velayos –minuto 48– cruzarla al segundo palo, que vio marcharse el balón de cerca. Susto y aviso para los colegiales, que intentaban llevar el partido al mismo punto en el que lo tuvieron, pero los minutos corrían en su contra.

Se instalaba la desesperación entre los colegiales ante una nueva cascada de ocasiones sin premio. Agotaban los cambios ambos equipos. El empate no era bueno para los colegiales, todo lo contrario para los zamoranos, que aguardaban cada pérdida de los locales o córner a favor como una oportunidad. Pero la ocasión de verdad la tendría el Diocesanos en un minuto 87 en el que el tiempo pareció detenerse cuando Pitu, dentro del área, se giró de fuera hacia dentro para pegarle duro y obligar a Ángel a sacar la mano y desviar a córner en lo que parecía gol. Al saque de córner, una sucesión de remates y rechaces –Moreta desviaba de cabeza bajo palos– que salvó como pudo el Villaralbo para sostener un empate que les mantiene fuera de los puestos de descenso ante un Diocesanos que se quedó con la sensación de que más no pueden hacer.