Pocos son los datos que se conocen acerca del país más hermético del mundo, pero menos aún los que se saben del líder norcoreano y su familia. Tal es el secretismo que rodea a la figura de Kim Jong-un que ni siquiera se puede decir con certeza su edad exacta. Tampoco hay información alguna sobre cómo serán los próximos años del régimen, cada vez más aislado, o si podría estar contemplando retirarse del cargo que lleva ocupando desde hace más de una década, aunque todo apunta a que ya tiene preparada a su heredera.

En un momento en el que Corea del Norte se encuentra en el foco, en medio de la preocupación internacional ante los numerosos proyectiles lanzados desde hace meses por Pionyang y el temor a una posible amenaza nuclear, hay una figura que ha acaparado toda la atención, incluso más que los misiles capaces de comprometer la seguridad internacional. Se trata de la hija de Kim Jong-un, que está cobrando cada vez mayor presencia en la vida pública tras asistir a importantes actos de la República Popular Democrática de Corea, lo que ha desatado las especulaciones sobre la posibilidad de que el dictador la esté designando como su heredera. Pese a sus reiteradas apariciones en los últimos meses, su identidad no ha sido aún revelada y no se sabe ni el nombre ni la edad de la menor, a la que los medios norcoreanos se han referido solamente como la «querida hija» de Kim Jong-un.

De hecho, Pionyang rara vez difunde información sobre los familiares de dinastía Kim, que gobierna con mano de hierro desde los años 40, y la niña no había sido una excepción, puesto que ni siquiera se había reconocido su existencia, así como tampoco la de sus hermanos. 

Por el momento, todo son especulaciones. Según la Inteligencia surcoreana, el líder del régimen y su esposa tuvieron tres hijos en torno a 2010, 2013 y 2017, y Seúl cree que la que ocupa el foco mediático es la mediana, la única niña, de unos 10 años y cuyo nombre sería Kim Ju-ae, tal y como apuntó el exjugador de baloncesto estadounidense Dennis Rodman, tras una de sus visitas a Corea del Norte.

La sorpresa llegó el 19 de noviembre, cuando se difundieron las primeras imágenes de la menor, junto a su padre, presenciando la prueba de un misil balístico intercontinental. Desde entonces, se ha dejado ver públicamente en otras cuatro ocasiones, una de ellas en el desfile militar de principios de febrero, con motivo del 75 aniversario de la fundación del Ejército de la nación, o su más reciente aparición, inaugurando una nueva calle en Pionyang hace apenas unos días.

Su presencia ha desatado todo tipo de teorías, aunque muchos consideran que aún es pronto para que el líder la designe como heredera y que posiblemente solo busque reforzar su imagen de hombre familiar. La realidad es que la exposición pública del régimen ha evolucionado desde la subida al poder del actual dirigente, el tercero en ocupar el cargo tras tomar las riendas en 2011, si bien es cierto que ningún gesto público es casual.

Seúl advierte que «hay muchos interrogantes» y piden cautela para extraer conclusiones. «Teniendo en cuenta la edad de Kim Jong-un -¿39 años?- y la naturaleza patriarcal del régimen, hay muchas dudas sobre si es razonable esperar que la línea sucesoria continúe en una mujer», señalaron desde Corea del Sur.

Diversos medios externos han informado de que las autoridades ya han comenzado a pedir a las ciudadanas llamadas Ju-Ae que se cambien el nombre, tal y como se hizo en su día con los líderes anteriores. Una evidencia más de que el régimen quiere dejar claro que la continuidad dinástica está asegurada.?