La Delegación Territorial acogió este viernes la presentación de la campaña provincial del programa de Acogimiento Familiar, que lleva gestionando Cruz Roja Española en Ávila desde el pasado año 1995, bajo la tutela de la Administración regional. El gerente Territorial de Servicios Sociales, Ángel Muñoz, presentó este programa que tiene un ámbito regional y cuya imagen en Castilla y León está protagonizada en esta oportunidad por una familia acogedora de la provincia de Ávila, Verónica y Arsenio, una pareja residente en Hoyos del Espino, que también acudió a esta presentación oficial de la campaña junto a Gonzalo González de Vega, presidente provincial de Cruz Roja y María Serra, presidenta de la Asociación Nenúfar, compuesta por algunas de las familias acogedoras de Ávila.
El gerente Territorial explicó cómo la nueva normativa da «mayor peso a las familias acogedoras» puesto que contempla que los menores de 6 años tutelados por la administración dentro del programa de Acogimiento deban ser acogidos en un seno familiar directamente, sin pasar por un centro de acogidas. Esta circunstancia hace que sea aún más necesario que nunca la implicación de familias que puedan incorporarse a este programa. En la actualidad, tal y como informó Ángel Muñoz, 38 menores de la provincia se encuentran en acogimientos familiares, 14 de los cuales se hallan en otras provincias puesto que «no tenemos familias suficientes aquí para acoger la demanda de menores que necesitan una familia de acogida», reconocía. También informó de que se elaborará próximamente un estatuto del acogedor. Por su parte, Gonzalo González de Vega insistió en que en estos momentos «quince menores se encuentran a la espera de ser acogidos», aunque también expresó que 24 conviven con una de las 21 familias de acogida con las que cuenta el programa actualmente. Cruz Roja se encarga del asesoramiento y el seguimiento de los acogimientos, gracias a los técnicos de Cruz Roja que trabajan en el programa. María Serra es la presidenta de Nenúfar, la asociación de familias acogedoras creada hace unos años con el fin de colaborar con las instituciones, apoyarse mutuamente y de facilitar que los menores acogidos se relacionen entre sí y puedan transmitirse sus emociones. María, que forma parte de una familia acogedora desde hace 23 años, reconoció que el miedo a la despedida es real pero «podemos seguir teniendo contacto con ellos».