Se quedó a las puertas del ascenso a la Segunda RFEF el Salamanca UDS en una tarde de locura en el Helmántico en todos los sentidos.Más de 15.400 personas acompañaron al equipo en las gradas de un estadio en el que, tras el 1-1 de la ida, el Salamanca y el Sant Andreu enfocaban el partido de vuelta como lo que era, una final por el ascenso. Y el partido tuvo de todo. Hasta caminó por el alambre de la suspensión cuando una intensa granizada antes de acabar la primera mitad llevaba a los dos equipos a vestuarios de manera precipitada. A su regreso jugaron lo que quedaba de la primera parte, pero tras el descanso planeó la duda de la suspensión cuando se comprobó que el terreno de juego imposibilitaba jugar al fútbol. La labor de los empleados del club pero también el empeño los aficionados, que saltaron al terreno de juego a achicar agua, permitió disputar una segunda mitad en la que se decidió todo. Porque tras el 0-1 de Genis Blanco, en el 63' era el abulense JaviNavas el que lograba el empate con un remate en plancha en el segundo palo. Sin embargo poco duró la alegría charra. Porque en el 70' un balón picado de Arranz sobre Jon y el remate de Momoh sobre la línea de gol suponía el 1-2 definitivo. El ascenso era para el San Andreu.
Y que se quede el Salamanca UDS en Tercera RFEF no es ni mucho menos la mejor noticia para un Real Ávila que se ha propuesto intentar el ascenso a la Segunda RFEFa través del campeonato. Porque no cabe duda que los de el Helmántico, como ya lo fueron este año pese a los tumbos que dieron durante la temporada regular, volverán a ser por muchas cuestiones uno de los candidatos al título y el ascenso directo. Y lo serán junto a dos de los equipos que descienden desde la Segunda RFEF. Porque desde el Grupo I caen el Burgos Promesas y el Cristo Atlético, los dos equipos –junto a la Segoviana– que consiguieron el ascenso en la 2020-2021 y que tras dos temporadas en Segunda RFEFregresan al Grupo VIII.
Tres duros rivales, tres firmes candidatos –las decisiones que tomen en pretemporada acabará por definir hasta que punto quieren regresar a Segunda RFEF– a un campeonato que pretende el Real Ávila y al que, a buen seguro, tratará de volver a aspirar el Atlético Astorga. Se complica el camino y no faltarán aspirantes a la fase de playoffs. Junto a los ya nombrados, el Tordesillas, el Almazán o las habituales sorpresas que todos los años depara el grupo, que aún deberá esperar a su definitiva conformación.
Desde la Regional de Aficionados ya tienen su ascenso asegurado el Colegios Diocesanos, campeón del Grupo A, y el Laguna, campeón del Grupo A. A ellos se sumará un tercer equipo. Porque durante las próximas semanas se disputarán los playoffs de ascenso desde la Regional de Aficionados a Tercera.A ida y vuelta, jugarán semifinales y final.Un largo camino en el que están inmersos el Villaralbo, Zamora B, el Turégano y el Briviesca. El campeón de ese playoff logrará una plaza para la Tercera RFEF2023-24.
Una temporada, por cierto, en la que la competición pasará de 16 a 18 equipos. Lo anunció en su momento Luis Rubiales en la antesala de la final de la Copa del Rey y ahora debe ser ratificado.Se da por hecho que saldrá adelante.Queda por conocer cómo se cubrirán los dos puestos que se generan, si se dará prioridad a los equipos que desde la Regional han peleado por el ascenso o si se concede el 'indulto' a aquellos que se han visto arrastrados por los descensos desde la Segunda RFEF.
Sea como fuere, se avisa un Grupo VIII muy disputado en la 2023-24. Deberá conformar una plantilla de nivel y competitiva el equipo encarnado si de verdad quiere pelear por el campeonato. Ya lo dijo Miguel de la Fuente, nuevo entrenador del Real Ávila, en su presentación oficial. «Si la idea es ser primeros, tenemos que ser coherentes en la confección de la plantilla» señaló sin tapujos. Es el camino que se ha marcado desde arriba, desde los despachos, pero nadie pondría malos ojos si al objetivo final se tuviera que llegar por el camino de los playoffs. «Si lo conseguimos, nadie se acordará si fuimos quintos»