Gonzalo M. González de Vega y Pomar

En mi azotea

Gonzalo M. González de Vega y Pomar


Que mañana sea un gran día

27/05/2023

Tras los quince días tradicionales de campaña electoral y una muy larga precampaña, para algunos ha durado cuatro años, hoy sábado estamos en la jornada de reflexión. Durante la misma los distintos partidos que se presentan a los comicios de mañana no pueden difundir propaganda electoral ni realizar cualquier acto de campaña. Esta terminó a las cero horas.
Jornada de reflexión que se lleva a cabo, las veinticuatro horas anteriores a que se abran los colegios electorales, con la finalidad de otorgar al votante un día para pensar su voto sin recibir influencias políticas externas, que puedan modificar de algún modo su decisión final. Pero veinticuatro horas que sí utiliza la Administración para difundir, a través de los distintos Medios de comunicación, información relacionada con el proceso de la votación como la relativa a la situación y composición de las mesas electorales, el horario de los colegios donde están ubicadas las urnas para introducir las papeletas en favor de una u otra candidatura y los documentos que debemos presentar para ejercer este derecho al voto.
Creo que de las 128.676 personas –1.089 menos que en las elecciones de hace cuatro años– que podrán votar en la provincia de Ávila, incluidos los que lo hagan por primera vez, no son muchas las que aprovechen la jornada de reflexión de hoy sábado para decidir su voto final. La mayoría lo tiene claro. En buena parte de los municipios abulenses no ha habido, por innecesaria, esta campaña electoral, ya que todos sus votantes conocen de sobra a los vecinos que optan a los sillones municipales y su manera de trabajar por y para el pueblo. Valoran más la ilusión, así como el esfuerzo, que están convencidos van a realizar durante la próxima legislatura, sin obtener remuneración alguna. Menos el color de la formación por la que se presentan a su Ayuntamiento. 
En nuestra Ciudad y los pueblos más grandes de la provincia –Arévalo, Arenas de San Pedro, Candeleda, Las Navas del Marqués, Sotillo de La Adrada y El Tiemblo– donde sí ha habido precampaña y campaña, tampoco esta jornada de reflexión hará que cambie en muchos el sentido del voto. Buena parte de los electores seguirá depositando su confianza en ese partido con el que tiene más afinidad política. Se conoce más o menos a los aspirantes a las alcaldías y a las personas que les acompañan en las candidaturas, así como, en parte también, los programas que presentan y tienen esperanza se hagan realidad las diferentes promesas, ¡ay con las promesas!, que han hecho para así obtener el respaldo necesario, que les lleve a alcanzar la victoria.   
Será una jornada la de hoy para poder pasear por nuestras localidades seguros de no toparnos con carpas de diferentes colores, en las que los candidatos han mostrado una amable sonrisa –a veces forzada– y ofrecido, globos, pulseras, abanicos o bolígrafos, a la vez que pedían el apoyo para su candidatura. Igualmente perderemos de vista por nuestras calles esos vehículos con megafonía, que, machaconamente, nos voceaban «vota a…» 
Los candidatos a las alcaldías y concejalías, casi seguro, dedicarán la jornada de reflexión, entre otras cosas, a descansar, quitarse el traje de campaña y estar con la familia, en casa o fuera, intentando recuperar el tiempo que estos días les ha «robado» para ello. Creo que, aunque lo pretendan les va a ser difícil cambiar hoy sábado el «chip» tras los contactos, conversaciones y reuniones que han desarrollado este periodo. 
Estoy convencido que, hoy sábado, meditarán si el esfuerzo ha merecido la pena, si han sabido trasladar bien sus mensajes, si sus promesas –solo ha faltado la de construir un aeropuerto-aparcamiento como el que existe en Teruel con gran éxito– tendrán el respaldo que necesitan, y si su futuro político municipal lo podrán llevar adelante con la mayoría necesaria que cada partido ansía o les obligará a llegar a acuerdos con otras formaciones para que los Ayuntamientos funcionen y los ciudadanos veamos y disfrutemos de esas mejoras que, han garantizado, vamos a tener en los próximos cuatro años.
El futuro de los municipios depende en gran parte de nosotros, los electores. Es necesario que los indecisos se decidan en esta jornada de reflexión y todos acudamos este 28M a depositar el voto en la urna, para lograr que  mañana sea un gran día.