Llegó el parón de Navidad para todos, entre ellos para un Real Ávila que se marchó de vacaciones con una sonrisa de oreja a oreja. Tres victorias consecutivas –Atlético Tordesillas, Becerril y Numancia B– tienen buena culpa de ello. Tres triunfos con los que el equipo encarnado le dio un giro radical a los acontecimientos. La derrota ante La Virgen del Camino «fue un momento de inflexión» tiene muy claro Borja Rubiato, entrenador de un vestuario que disfruta ahora de un merecido descanso. Aquella derrota ante los leoneses metió al equipo en un mar de dudas. Al menos de puertas hacia afuera. «El cuerpo técnico no las teníamos».

Llegó el descanso navideño «con un buen sabor de boca» no sólo por las últimas victorias conseguidas sino porque «cada vez tenemos mejores sensaciones», como se ha podido observar en las últimas semanas, por «la solvencia que el equipo ha mostrado en las últimas jornadas, por «la buena tónica del equipo». Y todo ellos se «ha visto reflejado en los resultados del equipo, cada semana más arriba en la clasificación». Tres victorias consecutivas, cuatro jornadas –empate con el Bembibre– sin perder han cambiado un escenario que se había complicado.Porque el inicio de temporada no fue el esperado. «Comenzamos de una manera irregular».

De puertas hacia afuera la falta de resultados mermó la confianza en el equipo. El cuerpo técnico estaba, en cierto modo, tranquilo. «Nosotros no teníamos dudas. Teníamos la certeza de que con el paso del tiempo y con el trabajo que veníamos realizando acabarían llegando los frutos. Hay que seguir trabajando, hay que seguir confiando en el proyecto».De momento el paso de las semanas ha dado la razón al de Santa María del Tiétar, que espera y desea que el 2023 sea «un año especial, porque tenemos mimbres para ello, aunque hay cosas que no puedes controlar». Tiene muy claro que el equipo podría estar incluso en una mejor situación, «pero por pequeños detalles» se les han ido algunos encuentros. Fue clave en todo esto la reacción tras la derrota ante La Virgen del Camino. «Fue un punto de inflexión. El equipo consiguió salir del estado de ansiedad, de bloque. A partir de ahí solventamos la situación.Estoy muy contento por la personalidad que han mostrado los jugadores en los momentos que no han sido tan buenos».

Insiste en muchas ocasiones el técnico encarnado en que los objetivos hay que alcanzarlos a final de temporada, pero para ello hay que estar enganchados. «En cualquier liga la primera vuelta es para conocer a los rivales, conocerte a ti mismo» pero sin dejar de lado el sumar un buen saco de puntos para en la segunda «ir con todo», aunque recuerda que aún habrá que pasar por «momentos muy buenos, buenos y menos buenos».

Son unas vacaciones para estar «contentos» por el presente pero sin olvidar «lo que se nos viene».Porque espera un duro comienzo de año. Los encarnados recibirán al 2023 con el último partido de la primera vuelta, visitando en El Helmántico a unSalamanca UDS que se ha derrumbado. Cinco jornadas consecutivas sin ganar y tres derrotas seguidas. De ser los principales candidatos al campeonato, a ser quintos. La última derrota ante el Unami aceleró lo que ya se esperaba, el cese de María Hernández como entrenador.

Será el inicio de 2023 especialmente fuerte, «una buena piedra de toque» para el equipo. Porque tras los salmantinos dará comienzo la segunda vuelta del campeonato ante el Atlético Astorga y la Arandina, en estos momentos los dos primeros clasificados. «El objetivo es conseguir un buen bagaje de puntos en esos tres partidos. Si lo conseguimos, nos acercará un poco más a los objetivos».