Los datos lo dejan claro.  Uno de cada tres cánceres es producido por el tabaco y uno de cada dos fumadores va a morir por el tabaco. Casi como si se lanzara una moneda al aire a cara o cruz.

En la celebración del Día Mundial sin Tabaco, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Ávila salió a la calle para concienciar, sobre todo a los más jóvenes, de la importancia de no fumar y lo hizo en una provincia donde los datos de su observatorio indican que un 18,7 por ciento de la población fuma a diario (en 2014 era un 21 por ciento) y un 23,3 por ciento es ex fumador, además de que un dos por ciento es fumador ocasional. Esto deja por debajo del 56 por ciento los no fumadores, más allá de que puedan ser fumadores pasivos, otro riesgo. En franjas de edad los fumadores a diario superan los 9.000 entre los 15 y 39 años, son casi 5.200 los que están entre 40 y 49 años; 5.847, entre 40 y 50 años; 3.354, entre 60 y 69 años, y casi 2.000 de más de 70 años. Casi 25.500 fumadores a los que unir más de 2.800 que lo hacen de forma ocasional.

El neumólogo Jesús Hernández, presidente del comité técnico provincial de la AECC en Ávila, fue el encargado de dar esa nota de sensibilización desde la capital abulense, advirtiendo también de los peligros de los nuevos dispositivos para fumar. «Si no existiera tabaco realmente el número de cánceres sería muy inferior», explicó, y añadió que en España mueren alrededor de 50.000 a 55.000 personas al año por el consumo de tabaco. «Esto es como si Ávila desapareciera del mapa todos los años. Estoy seguro de que alguien intentaría poner remedio a eso», pero sin embargo nadie hace algo diferente a lo convencional desde hace años aunque tiene una «eficacia limitada». Y eso que se trata de siete millones de muertos por el tabaco al mundo y la primera causa evitable más importante de muerte a nivel mundial. 

A ello hay que añadir el tabaquismo pasivo, el que sufren las personas «de forma involuntaria» y sobre el que un reciente estudio dice que en 2020 en España fallecieron 2.244 personas por esta causa. «Una barbaridad de personas que mueren por un tabaquismo que no es suyo», de ahí que la AECC esté implicada en la lucha contra el tabaco y ofrezca un programa de ayuda para dejar de fumar que está a disposición de todas las personas que lo necesitan.   

En cuanto a las cifras de consumo de tabaco, aseguró que hasta ahora está habiendo un descenso aunque ya hay estadísticas que indican una tendencia diferente.

Y la consecuencia más clara está en el cáncer, en Ávila con datos «muy estables en los últimos años» pero que indican entre 60 y 80 nuevos casos de cáncer de pulmón todos los años. Además se está produciendo un aumento de mujeres fumadoras tanto en España como en Ávila, de modo que actualmente «ya hay más fumadoras que fumadores activos, lo cual es terrible, porque las mujeres han empezado a fumar más tarde y todavía no hemos conseguido que den ese paso definitivo hacia el abandono». La esperanza es que las consecuencias en cuanto a cáncer no vayan a ser tan importantes en las mujeres como en los hombre. «Pero de vosotras depende», insistió. 

Aunque se relaciona de forma habitual el tabaco con el cáncer de pulmón, no es la única incidencia que existe. «Por donde pasa el humo va generando aumento de cáncer» en casos como de boca, laringe, riñón o vejiga. Estos son, explicó el doctor Hernández, los que tienen una relación más directa con el consumo de tabaco, en el caso del cáncer de pulmón con una causa de entre un 85 y 90 por ciento de los casos, aunque hay otros que es algo menos pero «con cifras enormes».

Por eso son tan importantes los espacios sin humo, por eso es tan importante llegar a la generación sin humo, insistió, para evitar todas estas consecuencias negativas, especialmente en los menores, un colectivo especialmente vulnerable frente a los efectos nocivos de este humo que contiene más de 70 sustancias cancerígenas, recuerdan desde la Asociación Española contra el Cáncer.

El pasado año se detectaron en Ávila 1.231 nuevos casos de cáncer, siendo los más habituales los de colon, próstata, mama y pulmón. La mortalidad ascendió a 478 personas con el de pulmón como el de mayor mortalidad.