El recuerdo del olvido' es el título de una sugerente exposición de fotografía del joven fotógrafo Pablo Jiménez Lorenzo exto primer párrafo.

La misma recoge fotografías en blanco y negro y color de distintos rincones de su pueblo, Blacha, en el Valle Amblés.

Como el mismo reconoció que el título hace referencia a esa decadencia que está viviendo actualmente el mundo rural. «En mi caso, he querido enfocarlo un poco más en lo que es mi alrededor, que es Blacha, en este caso que es de donde yo vengo».

La exposición incorpora 18 fotografías, de las cuales unas pocas están en color, que son las expuestas al principio de la exposición, «que hacen un poco más de referencia a todo lo que es, lo más bonito, lo más conocido, lo más ilustre del pueblo». Mientras que las de blanco y negro, que «son un poco más en el interior del pueblo, que es un poco más difícil de encontrar y que pasan más desapercibidas a la vista de las personas que visitan nuestro pueblo». Comenta en este sentido que es curioso, porque cuando mostraron la exposición en Blacha, hubo vecinos del pueblo que no reconocían los lugares de estas fotografías. «Era un poco curioso el hecho del juego que causaba hacia las personas, situar esas fotografías en el terreno del pueblo». Por ello las fotografías en blanco y negro reflejan más los  sentimientos del autor hacia su pueblo y hacia aquellos rincones por los que siente de alguna manera más predilección. Son, por decirlo de alguna manera, fotos con alma. Fotografías en blanco y negro en las que pretende destacar «las partes más antiguas del pueblo y con ello también las más abandonadas y un poco más en proceso de deterioro», señala su autor, mientras reconoce que «al fin y al cabo los pueblos, en especial el mío, han tenido siempre mucha actividad, por las familias que vivían. Creo que se están olvidando». En el fondo todos estos detalles muestran que el olvido al que se ven sometidos estos pueblos. Se aprecian en los pequeños detalles de la fotografías en blanco y negro, por ejemplo  los escasos portalones que quedan en los pueblos y que en esta exposición aparece de forma majestuosa en su decrepitud y otras fotos en las que aparecen las viejas puertas de madera, rememorando lo «vintage, lo más antiguo. Es hacer hincapié en estas cosas más antiguas y sacarlo un poco más a la luz».

La exposición no recoge figuras humanas, únicamente paisaje urbano y detalles de un mobiliario urbano decadente.

Su primera exposición que ya fue abierta en su pueblo y que, como dijo su autor, está abierta para llevarla a cualquier punto de la provincia que se solicite.

La muestra se presentó ayer en   el claustro del Torreón de los Guzmanes. Junto al autor también estaba Javier González, diputado de Cultura  y el alcalde de Blacha, Manuel Velayos.