La nieve, o mejor dicho, el exceso de nieve se ha convertido en un problema y un quebradero de cabeza para Carlos Soria, que sigue esperando su oportunidad en el Campo Base del Dhaulagiri (8.126 metros).Una oportunidad que tiene y mucho que ver con las grandes cantidades de nieve que están siendo protagonistas esta temporada en la zona. Una semana después de su última comunicación, el veterano montañero abulense volvía a colgar en sus redes sociales, su habitual medio para dar a conocer a sus seguidores los progresos en su expediciones, un nuevo vídeo para explicar su situación. «Del 27 al 28 de abril cayó una enorme nevada y hasta este viernes no ha parado de nevar.Pueden haber caído unos dos metros de nieve» explica Carlos Soria ante lo que está viviendo. «Es verdad que entre medias hemos tenido algún día con lluvia y humedad y la nieve está mejor de lo que esperábamos. Aún así, la montaña está muy cargada» comenta en un 2023 en el que nadie ha conseguido ascender a la cumbre del Dhaulagiri. Una situación que se está repitiendo en más de un ochomil en la zona.

«Durante el tiempo que llevamos aquí –llegó al Campo Base el viernes 21 de abril– los sherpas han llegado al Campo 1 con mucha dificultad. Lo han tenido que hacer en dos intentos» explica Carlos Soria como ejemplo de lo complicado que está la montaña. «Tenemos cosas en el Campo 1, veremos a ver si aparecen».

Sigue atento el veterano montañero abulense ante una posible oportunidad para intentar el ascenso. «Parece que el tiempo nos va a dar un poco de vida estos días. Veremos si se puede ir al Campo 1, pero costará mucho trabajo.Hay mucha cuerda enterrada y es imposible recuperarla.Hay que poner cuerda nueva en determinados sitios y eso lleva mucho tiempo» analiza Carlos, que le pone cierta ironía a la situación. «Soy el pupas.He tenido que volver a Katmandú para arreglarme un diente pero ya estoy de nuevo aquí, en el Campo Base, y he traído el sol. A ver si tengo suerte».