Con la actuación de Miguel de Tena, uno de los grandes cantaores del momento (entre los muchos reconocimientos a su enorme calidad se cuenta la Lámpara Minera en la XXXXVI edición del prestigioso Festival Internacional de Cante de las Minas de la Unión y el Melón de Oro Primer Premio Nacional de Cante Flamenco de La Unión), acompañado a la guitarra por otro grande como es Patrocinio Hijo, se abría este viernes el ciclo flamenco 'Ecos jondos en la Muralla', un programa con el que Fundación Ávila quiere recuperar aquellos festivales flamencos que hasta hace unos años fueron una seña de identidad de la programación cultural de Caja de Ávila y un punto de atención para los amantes de este arte a nivel nacional.

Antonio Montoya, promotor y organizador del proyecto, manifestó en la presentación de este primer recital, tras explicar que venía a dar continuidad a la Semana Flamenca de la antigua Caja de Ávila, que «volvemos con muchísima ilusión en esta nueva andadura, y con la esperanza de que la afición que tan fiel fue siempre vuelva a llenar este auditorio en las próximas citas».

El público, que ofreció una buena entrada, se mostró entregado a los artistas –«ya era hora», gritó un espectador cuando Montoya contaba que el veterano y desaparecido ciclo flamenco se recuperaba–, además de animado y también animador, tanto al cantaor como al guitarrista.

primera actuación en Ávila. Miguel de Tena, que era la primera vez que actuaba en Ávila, se presentó al público afirmando también sentirse «encantadísimo de estar aquí», para de inmediato comenzar «por levantes» un recital que «hemos querido que sea lo más variado posible para llegar a todos los espectadores».

Poco antes había manifestado este veterano y reconocido cantaor, un 'primera división' en el cante flamenco español, que «me hace muchísima ilusión estar aquí en Ávila y recuperar el antiguo ciclo que había; esperamos que esta iniciativa tenga mucho público, y por nosotros no quedará porque vamos a poner el corazón en ello».

Fuera de Ávila, añadió el cantaor extremeño, «se sabe que aquí hay mucha y buena afición, y por eso es un lujo venir a cantar flamenco, además de porque por este escenario han pasado grandes figuras y grandes compañeros nuestros».

Su concierto, resumió, fue «un recorrido por diferentes palos, tientos, tango, algunos cantes libres como malagueñas o peteneras, además de cantes de compás y alegrías, para finalizar con distintos estilos de fandango antiguos», para componer «un repertorio de mucha variedad y yendo a la raíz».