Cardeñosa fue una fiesta toda la tarde del sábado, y a última hora, cuando el grueso de asistentes al concierto previsto para las 10 se acercaban hasta la localidad, ya se podía empezar a disfrutar contemplando una de esas espectaculares puestas de sol en las que el rojo cobrizo inunda el horizonte. Y es que aún era de día cuando Chandru Chatlani, organizador del curso de guitarra que culminó con el espectáculo roquero, subía al escenario para expresar a todos los particulares, empresas e instituciones colaboradoras su sincero agradecimiento, y comenzar con un gran sorteo de regalos para asistentes en una explanada en la que durante la calurosa tarde los asistentes pudieron hacer uso de un photocall a modo de espacio fotográfico de rock, breves lecciones de pintura rápida, maquillaje roquero , feria de artesanía o la batucada de Yembalé, que con su percusión, que llegaba a todos los rincones, permitía saber hacia donde había que caminar desde la zona habilitada como aparcamiento a la entrada del pueblo.

A las 22 horas empezó el sorteo de regalos, al que siguió, como si de una ceremonia de graduación se tratara, la entrega de diplomas a los asistentes al curso de guitarra que se ha venido celebrando en la localidad abulense desde el pasado jueves. Subieron al escenario para colaborar en esta entrega de diplomas las autoridades locales y provinciales: Luis Miguel Sanchidrián, alcalde de Cardeñosa, María del Rosario Sansegundo, teniente de alcalde del municipio, Carlos García, presidente de la Diputación Provincial -una institución que ha facilitado 20.000 euros para la celebración de esta cita-, Fernando Galeano, subdelegado del Gobierno en Ávila, y José Francisco Hernández Herrero, delegado territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia. Lo verdaderamente relevante de esta cita era la formación musical, y lo popular, la cita del sábado, que culminaba con un concierto de rock con las guitarras como protagonistas que se dejaban oír desde las eras de Cardeñosa y por todas sus enrevesadas calles. Chandru Chatlani aportaba los primeros compases y el público ya solo tenía un sitio donde prestar atención, un escenario desde donde el rock sonaba muy bien, y es que, no en vano, los músicos que lo ocupaban tienen arte y oficio.

Se pudo disfrutar de rock del bueno, y de versiones conocidas que los asistentes reconocían, que eso siempre gusta. Entre el público, gente de todas las edades, desde pequeños a mayores, y muchos vecinos del pueblo portando la camiseta roquera negra con el emblema de 'Guitarras en la Naturaleza', luciendo con orgullo que el municipio celebraba esa noche algo importante.