Una estafa inmobiliaria deja un centenar de afectados en Ávila

Mayte Rodríguez
-

Un juzgado investiga el caso tras las denuncias de quienes vieron esfumarse su dinero tras depositar al menos 3.000 euros como reserva para una vivienda en un proyecto inmobiliario cuyo promotor está desaparecido

Una estafa inmobiliaria deja un centenar de afectados en Ávila

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ávila investiga un caso de estafa inmobiliaria de grandes proporciones  que afecta al menos a un centenar de personas, que son las que han acabado presentando denuncia ante los tribunales de Justicia, aunque no se descarta que haya más damnificados por un supuesto promotor de viviendas que, a día de hoy, está desaparecido. De hecho, el juzgado no ha conseguido localizarle en la dirección que figura como domicilio social de la promotora Navi Blue Inversiones, de ahí que se haya emitido una orden internacional de detención contra él, según confirman a este diario fuentes judiciales.  Hasta ahora, se ha tomado declaración a cinco personas en calidad de investigadas en el transcurso de las diligencias previas abiertas por un delito de estafa. También se ha tomado declaración a los denunciantes/afectados. 

El promotor parece haberse esfumado y, con él, el dinero que ese centenar de ciudadanos -en su mayoría familias residentes en Ávila- fueron ingresando en las cuentas de la citada empresa en concepto de reserva de una parcela para la construcción de una vivienda unifamiliar que formaría parte de una promoción inmobiliaria denominada Ávila Life y que, según figuraba en la publicidad y en la documentación que se entregó a los interesados, se construiría en un sector concreto del Plan Parcial Camineros -situado detrás del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles-. Esa reserva implicaba la entrega de 3.000 euros, cantidad que los denunciantes depositaron en las cuentas de Navi Blue Inversiones, aunque el importe de la presunta estafa es mayor aún para las personas que, creyendo que agilizaban el proceso para disponer de la que sería su nueva vivienda, pagaron también por el diseño del proyecto básico de lo que iba a ser su casa, dado que el sistema que se les planteó fue el de la autopromoción-. Uno de los  muchos afectados, a cuyo caso ha tenido acceso esta Redacción, abonó en septiembre del año 2022 casi 10.000 euros más IVA, es decir, 13.000 euros por ese proyecto básico después de haber pagado en julio los 3.000 euros de reserva de una de las 126 parcelas que integraban la promoción inmobiliaria. Así, este ciudadano entregó en apenas dos meses un total de 16.000 euros y lo hizo ilusionado y convencido de que el proyecto inmobiliario en el que estaba invirtiendo sus ahorros contaba con todas las garantías legales. 

Ni se le pasó por la cabeza que aquello pudiera ser una estafa. A ello contribuyó el hecho de que la promoción inmobiliaria Ávila Life se publicitara a través de portales inmobiliarios conocidos y reconocidos y de que la comercialización de las viviendas corriera a cargo de una agencia inmobiliaria que llevaba ya un tiempo trabajando en Ávila (PQ Inmobiliaria), con oficina en el centro de la ciudad. Para él también era una garantía que detrás de la empresa que iba a encargarse de la construcción (Vulpix Ibérica) y del estudio de arquitectos que diseñaría las viviendas (Sublime Arquitectura) hubiera profesionales de Ávila. 

 A la publicidad inicial le siguieron, en el primer semestre de 2021, reuniones informativas con los interesados, intercambio de correos electrónicos y de un dossier con información sobre la promoción en el que hasta figuran detalles como las calidades constructivas que tendrían las viviendas, incluso un plano con la segregación de las 126 parcelas que conformaban la promoción, que ofrecía terrenos de unos 600 metros cuadrados en los que construir viviendas desde 130 metros cuadrados, todas ellas de una sola planta y con dos modelos disponibles (tres o cuatro dormitorios). Todo ello, además de piscina en el jardín, por unos 200.000 euros según cuál de las dos opciones se eligiera. Ahí parece estar también la clave de la presunta estafa: lo que se vendía era un precioso chalé en una parcela individual de extensión más que generosa a un precio muy razonable. 

En los primeros meses desde que empezó a comercializarse la promoción todo fue muy rápido, apremiándose a los posibles interesados a aportar los 3.000 euros cuanto antes para asegurarse una parcela en semejante ganga. No en vano, despertó tanto interés entre la población que llegó a haber lista de espera. 

Pero una vez que fueron ingresando ese dinero, algunos incluso abonando a mayores  el ya mencionado proyecto básico previo al diseño de la vivienda, todo empezó a ralentizarse sospechosamente, las reuniones dejaron de celebrarse en Ávila para convocarse en Las Rozas, otras se suspendieron después de haberse convocado, las comunicaciones fueron espaciándose y desde la promotora empezaron a ofrecerse versiones diferentes, en ocasiones contradictorias sobre la titularidad de los terrenos, la tenencia de las autorizaciones o licencias, etc. Todo ello desató las suspicacias entre quienes después de haber invertido su dinero en la promoción no acababan de verlo  claro, así es que se dirigieron al Ayuntamiento de Ávila. Así supieron que el Área de Urbanismo del Consistorio abulense no tenía constancia alguna de un proyecto inmobiliario en el Plan Parcial Camineros 2B, tampoco de la empresa que estaba realizando ofertas promocionales en el mismo. Y, además,  advertía que ese sector no estaba urbanizado completamente, ni por parte de ninguna empresa se  había solicitado alguna modificación del planeamiento ni de ejecutar las obras que quedaban pendientes para completar la urbanización, principalmente la dotación de la infraestructura general eléctrica, que no estaba ejecutada. 

Aquel escrito oficial confirmó sus sospechas y aunque muchos solicitaron la devolución del dinero que habían entregado a la supuesta promotora, solo a unos pocos  afortunados les fueron devueltos los 3.000 euros.

LEA EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA DE DIARIO DE ÁVILA