Darse a conocer en los pueblos, reto para el renovado Asocio

B.M
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José Antonio Ramos, alcalde de Mirueña de los Infanzones, elegido presidente de una mancomunidad que engloba a 127 localidades de Ávila, Salamanca y Madrid

Darse a conocer en los pueblos, reto para el renovado Asocio

La Mancomunidad Asocio de la Extinguida Universidad y Tierra de Ávila celebró su asamblea general que sirvió para una renovación que lleva a José Antonio Ramos, alcalde de Mirueña de los Infanzones desde el año 1995, a convertirse en su nuevo presidente relevando a Carlos Jiménez, alcalde de Niharra. A su lado estará Francisco López del Pozo, alcalde de Gemuño, que ejercerá como vicepresidente.

Ramos explica que entre los objetivos que marca para esta nueva etapa se encuentra seguir «manteniendo el patrimonio» con el que cuentan y «compensando los ingresos y gastos». Pero no se trata solo de esos objetivos generales, buscados por otra parte durante el pasado, sino que también se marca un nuevo reto, el de «darse a conocer entre los pueblos, que conozcan lo que tenemos» y hacerlo además «con transparencia».

La mancomunidad Asocio está formada 127 municipios de la provincia de Ávila, Salamanca y Madrid, que se dedica a la administración de sus bienes. En el caso de Ávila hay localidades de la zona de Pinares, Alberche, Moraña, Sierra de Ávila o Valle Amblés.

No se trata de una mancomunidad al uso puesto que no presta ningún servicio o realiza obras sino que se encarga de la administración de sus propios bienes. La que es la mancomunidad más antigua de Ávila mantiene un patrimonio en el que destaca los aprovechamientos de pastos en la Sierra de Ávila y el Valle de Iruelas, aprovechamientos cinegéticos de caza mayor (venados, corzos y monterías de jabalí) en el Valle de Iruelas, la Sierra de Ávila y caza menor (conejo, perdiz, paso de paloma), alquiler de casas rurales y albergue en el Núcleo de Turismo Rural Valle de Iruelas (aquí hay 34 casas, además de un bar restaurante, camping o picadero para los caballos), y aprovechamientos de colmenas, resinas, madera o piña. Por lo tanto, lo que se hace desde el Asocio es gestionar los ingresos que consigue la mancomunidad a través de estas actividades y que revierten en ella a través del mantenimiento y el pago de salarios. Esto supuso el pasado año un balance de ingresos y gastos que se situó en 855.000 euros y que generalmente viene determinado según los diferentes aprovechamientos. Así lo explica el nuevo presidente, que antes era vocal, y que recuerda que nos últimos años se ha conseguido, por ejemplo, «una buena venta de la madera», pero no siempre ha sido así.