El girasol aumenta un 17% tras poder sembrarse en barbechos

Mayte Rodríguez
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A las 9.291 hectáreas que se iban a sembrar de girasol en Ávila se han sumado 1.609 por esta medida excepcional autorizada a raíz de la guerra en Ucrania

El girasol aumenta un 17% tras poder sembrarse en barbechos

El hecho de que Ucrania y Rusia sesan potencias productoras de cereal y girasol llevó a la Unión Europea a decretar medidas excepcionales precisamente para tratar de paliar el desabastecimiento ocasionado por la guerra entre ambos países. Entre ellas, autorizar a los agricultores de los países miembros a cultivar las tierras que, en principio, tenían que dejar en barbecho para cumplir el llamado pago verde de la PAC. Se trata de una medida excepcional, en principio sólo para esta campaña, aunque el consejero de Agricultura de Castilla y León ya ha pedido que al menos se amplíe hasta el año 2023, si bien la UE aún no se ha pronunciado al respecto.

Frente a una política agraria comunitaria que ha primado los criterios ecológicos frente a los productivos pese a que el campo nunca vio con buenos ojos esta dinámica marcada por Bruselas, esta medida supone un cambio completo de tendencia precisamente para que la UE pueda hacer frente a la escasez de productos básicos que hasta ahora prefería importar de países como Rusia y Ucrania. 

¿Cómo han respondido los agricultores abulenses a esta medida aprobada a finales de marzo? Precisamente por las fechas en las que fue autorizada y porque los terrenos que se dejan en barbecho suelen ser los menos productivos,  los cultivos que podían sembrarse allí quedaban reducidos al girasol, al maíz y a la remolacha, aunque hay quien ha sembrado otros productos. Hoy ponemos cifras a la acogida que los agricultores abulenses han dado a esta medida insólita y derivada de una situación  geopolítica tan compleja e insólita como lo es una guerra en pleno continente europeo. Aquí se ve claramente cómo lo global tiene consecuencias locales o, dicho de otro modo quizá más acertado, cómo los agricultores pueden contribuir con su granito de arena a paliar un problema serio de dimensión continental y que no es otro que la falta de materias primas imprescindibles como son los cereales o el girasol. 

«El agricultor siempre está al pie del cañón, el campo responde a necesidades urgentes si hace falta, igual ocurrió durante la pandemia», defiende César Martín Ávalos en declaraciones a Onda Cero Ávila. «El agricultor está implicado al máximo en la producción de lo que se necesite en cada momento, y si ahora es girasol, pues ahí estamos porque ese aceite es la base de muchas industrias que sin él no pueden producir», explica.

Él, agricultor morañego de Collado de Contreras, es uno de los que ha sembrado girasol en sus tierras de barbecho. «Unas 18 hectáreas», nos cuenta.

Este cultivo es, con diferencia, el que más se sembrado en los terrenos que inicialmente estaban reservados para barbecho en esta campaña en la provincia de Ávila. En concreto, y en base a los datos facilitados a esta Redacción por la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla yLeón, en territorio abulense se ha incrementado un 17% la superficie de girasol a raíz de la uatorización de sembrarlo en terrenos que, a priori, tendrían que estar en fase de descanso productivo. En términos absolutos, son 1.609,63 las hectáreas a mayores cultivadas de girasol en la provincia de Ávila tras la autorización del Gobierno para hacer frente al desabastecimiento originado por la guerra en Ucrania. 

Esas más de 1.600 hectáreas de girasol hay que sumarlas a las 9.291 que ya estaban previstas, con lo que los terrenos sembrados de ese cultivo en toda la provincia se acerca en esta campaña a las 11.000 (10.900 hectáreas, en concreto). 

Es muy pronto todavía para augurar cómo resultará la cosecha de girasol, dado que este cultivo no se recoge hasta el otoño, pero buena parte del resultado de esta campaña depende de cómo vaya el verano. «Hasta que no está en flor y se ve el tamaño de la piña no se puede hacer una estimación de lo que se pueda producir», nos cuenta César. Él aseguró sus tierras de girasol en regadío a dos mil kilos la hectárea, pero en el caso de tierras de secano asegura que con mil kilos la hectárea «es suficiente». Eso sí, advierte que «si produce 1.500 kilos por hectárea, pues mejor, pero hasta que la flor no esté desarrollada no vamos a saberlo», reitera.

Dada la necesidad que hay de girasol debido precisamente al desabastecimiento provocado por la guerra de Ucrania, los agricultores tienen los compradores asegurados para su producción de girasol, aunque habrá que ver a qué precios. «Al haber mayor necesidad, no creo que falten compradores, espero que haya competencia y que los precios que nos ofrezcan sean aceptables, incluso que los productores podamos negociar nuestro precio y que no nos lo impongan, como ocurre tantas veces en este sector», plantea César Martín, que se muestra partidario de que a partir de ahora sea el agricultor quien decida «qué sembrar en sus fincas y si deja o no terrenos en barbecho y que no se decida todo eso en los despachos como ocurre ahora con la PAC».