Las Navas del Marqués todavía conserva en sus alrededores fortines y trincheras creadas por el frente nacional en el año 1937, en plena Guerra Civil. Unos vestigios que sirven de hilo conductor de una actividad que cada año cobra mayor trascendencia y que a lo largo de sus seis ediciones ha permitido conocer un poco más lo que fue la vida en las trincheras. Hablamos de la recreación histórica que impulsar el Ayuntamiento navero en colaboración con la Asociación de Recreación Histórica Frente de Madrid y que este sábado transformó el parque del Risco de Santa Ana en una zona de campamentos militares en los que se podían contemplar objetos de la época, muchos de ellos originales y otros reproducciones.
Ya por la mañana, varios campamentos con soldados de ambos bandos se asentaban en la explanada del Risco de Santa Ana para que vecinos y visitantes pudieran ver cómo vivían los soldados en el frente de batalla en los distintos puestos que lo conformaban, desde los sanitarios hasta los de telecomunicaciones, equipados con material original.
También en esas primeras horas de la jornada tuvo lugar un desfile de tropas republicanas desde la plaza del Cristo de Gracia hasta la zona de los campamentos, por la Avenida Principal, que fue seguido por numeroso públicos, entre ellos muchos niños.
La Columna Mangada toma el Risco de Santa Ana en Las Navas - Foto: David CastroPero sin duda el gran evento llegaba a primera hora de la tarde en el Risco de Santa Ana, donde medio centenar de especialistas recrearon uno de los muchos combates que hubo en la zona entre el bando nacional y el republicano.
Situándonos en los primeros días de la Guerra Civil, a finales de julio de 1936 apareció en esta zona la Columna Mangada, una unidad de milicias republicanas que luchó durante esos primeros meses de guerra en la Sierra de Gredos, al oeste de El Escorial, y que alcanzó gran popularidad por sus incursiones en tierras de Ávila. Pero su aire de victoria finalizaría en octubre cuando el Frente Nacional avanzó hasta ocupar Navalperal de Pinares, cayendo poco después también Las Navas del Marqués.
Eso dice la historia y en esta recreación se reprodujo uno de esos combates que tuvieron lugar en esa zona en el que la Columna Mangada intentó ocupar posiciones de la 71 División del bando nacional, logrando conquistar el puesto situado en lo alto del Risco.
Ataviados con trajes y armas empleadas durante la Guerra Civil, en su mayoría originales, y apoyados por efectos especiales en forma de petardos y bombas de humo, esos especialistas pertenecientes a la Asociación de Recreación Histórica Frente de Madrid, como organizadora, y de otros puntos de España como la Asociación Frente de Seseña, la Asociación Histórica Frente del Nalón, la Asociación Española de Reconstrucción Histórica, el Grupo de Recreación Histórica El Comité y la Asociación Histórica Cabo Noval, ofrecieron una vistosa recreación que fue seguida desde la parte baja del Risco de Santa Ana por numerosas personas, que no dudaron en aplaudir a la conclusión del espectáculo.
Uno de los coordinadores de la actividad, Sergio Pérez, de la Asociación del Frente de Madrid, explicaba que llevan años realizando estas recreaciones históricas sobre la Guerra Civil española en las que «a veces realizamos combates y otras un museo vivo en el que montamos una posición para que la gente pueda ver cómo sería el día a día en el frente de batalla, u organizamos conferencias y proyecciones de documentales».
Así terminaba uno de los grandes momentos de esta recreación histórica que lleva por título 'La Vida en la Trinchera', pero todavía quedaba tarde por delante para que los más curiosos regresaran al parque del Risco para recorrer de nuevo los campamentos.
Pero este evento se desarrolla durante todo el fin de semana y este domingo, los interesados en esta historia reciente de España tendrán la oportunidad de continuar ampliando sus conocimientos con una ruta de senderismo guiada por Sergio Pérez Paredes que recorrerá a partir de las 10,00 horas las posiciones que el Frente Nacional creo en la zona en el año 37, visitando un completo conjunto de fortines y trincheras construidos bajo las indicaciones del manual nacional en un momento en el que los soldados podían permitirse el lujo de hacer estructuras elaboradas, al encontrarse en la retaguardia.