Antonio Sierra y Antonio Pascual, en la inauguración del Dioce

Redacción
-

El doctor habló sobre prevención del cáncer, mientras que el poeta presentó la obra de poesía completa de Jacinto Herrero en la apertura del curso en el colegio Asunción de Nuestra Señora

Antonio Sierra y Antonio Pascual, en la inauguración del Dioce - Foto: David González

Los alumnos de 2º de Bachillerato del Colegio Diocesano Asunción de Nuestra Señora recibieron el pasado viernes en la inauguración del curso escolar dos charlas impartidas por antiguos alumnos del colegio.

En primer lugar, el doctor Antonio Sierra García, eminente cirujano que fuera jefe del Servicio de Cirugía del hospital Doce de Octubre, Vall de Hebrón, Clínico de Barcelona, académico de la Real Academia Nacional de Medicina, exprofesor de la Complutense y de la Universidad de Barcelona, entre otros, y poseedor de múltiples premios académicos y de investigación, presentó a los alumnos una excelente charla sobre prevención del cáncer.

Con un lenguaje muy cercano transmitió a los alumnos las múltiples consecuencias de no prevenir en la juventud diferentes hábitos que en un futuro pueden ser causa del desarrollo de un cáncer de cualquier tipo.

Como especialista en senología, enseñó a los alumnos como detectar la presencia de diferentes tumores, así como el desarrollo de las células cancerígenas y la extirpación posterior, siempre que no se haya desarrollado la enfermedad y se encuentre en un estadio inicial.

Los alumnos realizaron múltiples preguntas que fueron resueltas con total confianza por Antonio Sierra, que por algo se trata de un antiguo alumno de las primeras promociones, allá por los años 50. 

Por otra parte, el escritor y profesor abulense, también antiguo alumno del colegio, Antonio Pascual Pareja presentó el trabajo del poeta Jacinto Herrero Esteban, natural de Langa, y que ejerció su docencia en Literatura en este centro durante treinta y un años.

Antonio Pascual presentó este mismo año la Poesía completa del autor morañego, de cuya poesía destacó el escribir con su «decir desnudo», una sencillez aparentemente difícil, ya que esta es fruto de un trabajoso proceso de depuración de lo superfluo para poder captar lo esencial. Por otro lado, llamó la atención sobre la perfección formal y la belleza de las composiciones de Jacinto, y sobre cómo estas se apoyan en sentimientos reales, ya que desdeñaba toda aquella poesía que quedaba reducida a un mero juego estético sin un trasfondo real.

Antonio Pascual recordó con cariño al profesor Jacinto Herrero, y adornó su exposición con la lectura de varios poemas, que acercó a los alumnos explicando su influencia en él de lecturas clásicas, como el Poema de Mio Cid o La Celestina, y cómo esas referencias eruditas Jacinto las había interiorizado y utilizado en sus composiciones. Merecido homenaje.