Ávila registra desde agosto once focos de EHE

B.M
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Las últimas declaraciones del Ministerio se sitúan en Arévalo, Cebreros y El Barraco

Ávila registra desde agosto once focos de EHE - Foto: Reunión del Consejo Agrario Provincial

Ávila registra once brotes de enfermedad hemorrágica epizoótica desde finales del mes de agosto. Los últimos, según los datos aportados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se detectaron esta semana en Arévalo, Cebreros y El Barraco pero a ellos hay que unir lo que se han ido registrando en las últimas semanas.

Según la información del ministerio, el primero detectado en Ávila fue a finales del mes de agosto en El Barco de Ávila y a él se siguieron unos días después otros focos en Arenas de San Pedro, Piedrahíta y Candeleda. Ya en septiembre también se detectaron focos en San Pedro del Arroyo, Sotillo de la Adrada, Navarredonda de Gredos y Navaluenga.

La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) es una enfermedad de origen vírico que puede afectar, además de a rumiantes domésticos, a diferentes especies de cérvidos silvestres, entre ellos a los ciervos, gamos y corzos. Por ello, desde que se confirmó su presencia en España en septiembre de 2022 en el suroeste peninsular, se ha mantenido un seguimiento sobre el posible impacto de esta enfermedad.

Con objeto de recopilar información sobre de la situación epidemiológica se está siguiendo el criterio de confirmar por laboratorio en el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete y notificar el primer foco detectado en cada comarca, realizando los Servicios Veterinarios Oficiales un seguimiento del resto de comunicaciones de sospechas clínicas en explotaciones y cotos en cada comarca, así como una monitorización más intensiva en determinadas explotaciones y cotos afectados, con objeto de valorar impacto real de la enfermedad en el campo, según señala el Ministerio.

Lo cierto es que en las últimas semanas en Castilla y León se han venido detectando casos y es un tema que ha venido preocupando a los ganaderos. Así, entre las diferentes comunicaciones que se han realizado, este mismo viernes UPA-COAG hizo público un comunicado en el que señala que se considera urgente e imprescindible una coordinación de las administraciones competentes en la gestión de la enfermedad, un protocolo de actuación frente a sus consecuencias y una línea de ayudas para los ganaderos con positivos en sus granjas que compense las pérdidas que ocasiona la desinsectación de instalaciones y de animales, los tratamientos para reses enfermas, la atención veterinaria y los cuidados especiales necesarios. Además se considera absolutamente imprescindible que se establezca una indemnización por los animales fallecidos.

Señala la Alianza que, ante la pasividad de las administraciones, los ganaderos temen que estén esperando una inmunidad de rebaño para no tener que implicarse en el problema, aunque ello supondría unos efectos irreversibles en las granjas, tanto económicos como sociales.

En datos, señalan que uno ganadero pierde entre 900 y 1.500 euros cuando fallece una vaca, otros 400 cuando se produce un aborto y otros diez euros diarios, aproximadamente, por cada res debido al tratamiento sanitario. A ello hay que añadir, dice la Alianza, las restricciones del mercado y los efectos a largo plazo que pueden tener los animales.

Por todo ello UPA-COAG pide a la Junta de Castilla yLeón y al Ministrio que dejen de pelearse y dispongan ya ayudas y protocolos sanitarios contra la EHE.

castilla y león. Las organizaciones advierten de que la EHE se ha cebado especialmente con Castilla y León, sobre todo, con provincias como Salamanca, o Zamora. En este sentido, recuerda que la última actualización del Ministerio de Agricultura, con datos del Laboratorio Central de Veterinaria  de Algete, laboratorio nacional de referencia para esta enfermedad, comunicado el 20 de septiembre, mostraba que la Comunidad contaba con casi 40 focos centrados principalmente en las provincias mencionadas además de Ávila, Segovia y, en menor medida, en Valladolid y Burgos.

Desde finales de agosto, según datos de UPA-COAG, el número de vacas muertas en Castilla y León ha subido un 25 por ciento respecto del año anterior. O sea, en ese periodo han fallecido 1.700 reses más que en el mismo periodo de 2022. Solo en Salamanca, provincia con el mayor censo bovino de España, han fallecido 1.162 vacas más.

Un caso paradigmático es el de Zamora. Los últimos datos de la Consejería elevan a 3.150 el número de reses con sintomatología, lo que supone un crecimiento de más de mil animales en una sola semana.