Cuando ellos son protagonistas gracias a sus hijos

E.Carretero
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Este domingo, festividad de San José, se celebra el Día del Padre, un 'cargo' de por vida. Cuatro papás de Ávila, algunos aún a la espera, comparten lo que significa para ellos la paternidad

Cuando ellos son protagonistas gracias a sus hijos - Foto: David Castro

Son muchos los artistas, poetas, músicos o escritores que han dedicado en algún momento su obra a hablar de lo que supone la llegada de un recién nacido y a explicar qué conlleva que un ser pequeño, que va creciendo y cada vez se hace más independiente, hasta abandonar el nido, dependa de uno para toda la vida. Lo que implica la llegada de una nueva vida se incorpore a la familia lo expresó muy bien el grupo Izal en la canción «pequeña gran revolución», título que define a la perfección lo que es dar la bienvenida a un niño. No hablaba esta canción en concreto de un hijo sino de la llegada a este mundo de la sobrina del cantante, Mikel Izal, y sin embargo la letra resume bien lo decisivo de este momento que cambia nuestras vidas, tanto la de las madres como la de los padres. 
Curiosamente, papá es en casi todos los casos la primera palabra que pronuncian los bebés fruto, por mucho conflicto que esto pueda suponer entre padres y madres, de un balbuceo fortuito en el que la p es mucho más sencilla de pronunciar que la m. Sea como sea para quienes han sido padres probablemente papá sea la palabra que más emoción y responsabilidad les produzca, y en definitiva la palabra más bonita del mundo cuando quien la pronuncia es su hijo. Incluso cuando ese «papá» es ansioso o demandante, o surge en medio del llanto, esa palabra sigue siendo la que más une a un progenitor con su hijo. 
Y aunque siempre hay quien defiende que marcar días en el calendario para recordar que debemos querer un poco más a las personas que sin necesidad de recordatorio ya son importantes para nosotros es absurdo, además de sumamente comercial, son pocos los que este domingo, o cada 19 de marzo, no se sienten un poco más protagonistas. Y pocos también los que no se ilusionan al abrir las manualidades que sus pequeños vástagos han realizado en el colegio o al escuchar los poemas que han memorizado para felicitar a su papá en el día que el almanaque dedica a San José. 
multitud de padres. Hay padres que ya son abuelos, padres que lo serán en los próximos meses y viven la espera con emoción, padres que lo fueron recientemente y para quienes este domingo será su primer Día del Padre, progenitores que ya llevan unos años en estas lides, padres que no lo fueron de forma biológica pero lo son de corazón e incluso algunos hijos que tienen hasta dos papás y papás que lo fueron por partida doble o  triple a la vez. A todos ellos va dedicado este reportaje en el que varios padres de Ávila ponen voz a lo que significa tener descendencia y a lo que se siente siendo papá. Lo hacen acompañados de lo mejor que, asegura, tienen: su hijos. Para todos ellos, tanto para los papás como para sus pequeños, este domingo será un día especial. 

Para Carlos Hernández Guío salir en los medios de comunicación tampoco es algo inusual, sobre todo teniendo en cuenta que este abogado es el presidente del Óbila Club de Basket y que son varias las entrevistas que ha protagonizado para hablar del club abulense. Pero seguramente, y con permiso de la familia del Óbila, la entrevista que este domingo, con motivo de la festividad de San José, protagoniza en las páginas de este periódico sea la más especial que ha concedido hasta ahora. No tanto porque esté relacionada con los éxitos deportivos del club, que esperemos sean muchos, sino por quien le acompaña en esta entrevista. En esta ocasión no son los jugadores del primer equipo quienes posan junto a él sino su hijo Juan, un precioso bebé de seis meses que ha sumado otro cargo a su persona: el de ser padre. Carlos Hernández se convirtió en papá por primera vez el pasado 30 de agosto. Ese día él y su mujer Guiomar se estrenaban en las lides de la paternidad que no les era muy ajena puesto que muchos de sus amigos ya tenían hijos. «Siempre habíamos querido ser padres», reconoce al hablar de un deseo que compartían ambos y que en su caso se hizo realidad al cumplir los 40. 

A carmelo Jiménez todo el mundo le había dicho que la llegada de un hijo te cambia la vida. Cuando Tamara, su mujer, se quedó embarazada muchos de sus amigos ya eran padres. Sin embargo, en su caso la llegada de Berta, que nació con el 21 de junio de 2016, fue aún más complicada que lo que Carmelo se había imaginado porque la niña nació con un pequeño problema de salud y los primeros años fueron varios los ingresos y operaciones.  Un año después, el 28 de diciembre de 2017, nacía Mateo, un pequeño terremoto rubio que siempre tiene una sonrisa. En poco más de un año Carmelo cumplía por partida doble el deseo que, reconoce, siempre tuvo de ser padre. «Llegar a casa y verles y que te reciban con una sonrisa, unos días más que otros, es lo mejor de ser padre», reconoce este papá al hablar de una experiencia que, no niega, también es sacrificada y en su caso, reconoce, también ha tenido épocas duras teniendo en cuenta que sus hijos se llevan muy poco, que durante un tiempo las visitas a médicos y hospitales eran muy frecuentas y que el pequeño Mateo es muy inquieto. Y es que la paternidad, cuenta, es exigente por la sobrecarga de tareas y la «dedicación que, sobre todo cuando son más pequeños, los hijos demandan».

El 5 de septiembre de 2013 Diego y su mujer Vanesa se convertían en padres por primera vez. «Desde siempre tuve claro que quería ser padre», cuenta este papá que tres años después repetía experiencia con la llegada de Héctor. «Dicen que se parece mucho a mí», dice al hablar del benjamín de la casa y de un niño que es mucho más inquieto que su hermana. «Julia fue lo que llaman un bebé trampa, de esas que solo comen y duermen, y el segundo nos revolucionó», dice al hablar de lo diferentes que son sus hijos, esos que este domingo, un 19 de marzo más, se levantarán temprano y le sorprenderán con sus dibujos y regalos. «Lo guardo todo», reconoce este papá para quien el Día del Padre sí es una jornada especial si bien en su casa, confiesa, son muy de celebrar cualquier momento especial. «Les invitaré a comer fuera», dice al hablar de los planes que junto con su mujer y sus hijos tienen para este domingo.

Este 19 de marzo ningún pequeñajo le regalará a Javi Martín un dibujo, ni le declamará un poema en el que ensalce la valentía y fuerza de su padre porque a este joven aún le quedan unas semanas para estrenarse en eso de la paternidad. Además, lo hará a lo grande, y por partida doble, ya que Alba, su mujer, está embarazada de mellizos;dos niños que aún no tienen nombre seguro pero que, dice, con toda seguridad se llamarán Lucas y Roque.  Por eso, de algún modo, para Javi este domingo será un día especial aunque aún no hayan nacido sus hijos, cuya llegada se espera para mediados o finales de junio. Tanto Javi como Alba, cuenta este futuro papá, tenían claro que querían tener hijos y después de quince años juntos se decidieron a ampliar la familia sin saber que de pronto serían cuatro. «Fue bastante shock», reconoce este joven que tiene claro que en su caso la emoción por la llegada de sus hijos es «doble» y que la responsabilidad que él y su mujer tendrán cuando los pequeños nazcan «seguramente sea el triple, o más» que la que tiene cualquier pareja ante la llegada de su primer hijo. «Siempre hacíamos la broma de que íbamos a tener mellizos, porque tanto en la familia de mi mujer como en la mía hay casos de mellizos,  y al final se ha cumplido», dice riendo este futuro papá que este domingo, festividad de San José, lo celebrará con cierto sentimiento de protagonista porque «aunque aún estamos a la espera, yo siento ya que están casi casi aquí con nosotros».