Neurociencia y humanidades, de la mano en la Fundación Tatiana

M.M.G.
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Su Centro Internacional de Neurociencia y Ética, el CINET, reúne a 36 neurocientíficos y filósofos de todo el mundo para reflexionar sobre la sincronía del cerebro

Neurociencia y humanidades, de la mano en la Fundación Tatiana

La Fundación Tatiana acogió este viernes el segundo 'Workshop' de su Centro Internacional de Neurociencia yÉtica (CINET), que reunió a 36 neurocientíficos y filósofos llegados de todos los rincones del mundo para debatir, en esta ocasión, sobre un tema «bastante técnico», como reconocía el director del CINET, Javier Bernácer: la sincronía en el cerebro

«El CINET surge en respuesta al estudio de una neurociencia puramente centrada en el estudio del cerebro, sin relacionarse con otras disciplinas. Veíamos que es necesaria una iniciativa en la que la neurociencia dialogue con las humanidades», ponía en contexto Bernácer la razón de ser del CINET, cuyo lema bien podría ser: «siempre que hay un cerebro hay una mente y siempre que hay una mente hay un cerebro.Son inseparables los dos».

En este sentido, este biólogo y bioquímico por la Universidad de Navarra y doctor en Neurociencia por la Universidad Autónoma de Madrid, consideraba que «la ciencia que estudia el cerebro, que es la neurociencia, también tiene que estar en un estrecho diálologo con las ciencias que estudian la mente».

«Lo que intentamos en elCINET y lo que hicimos en el anterior Workshop, que fue en Cáceres, y éste que vamos a hacer en Ávila, es poner juntos los grandes expertos internacionales que estudian el cerebro, la mente, y los dos en su conjunto, que alguno hay y ponerles a dialogar para darle ese impulso a la neurociencia», se refería a los 36 expertos llegados de todos los rincones del mundo para, decía, «ver cómo se puede estudiar la neurociencia real en el contexto de la persona: en relación con su mente, con su entorno...».

Y para ello, la reunión de este año se centró en, como adelantábamos, «un concepto bastante técnico: la sincronía»

«El cerebro funciona como un todo. Es complicado ver cómo funciona el cerebro y explicarlo, incluso para el que se dedica a ello», sonreía al reconocer la dificultad de esta ciencia el neurocientífico, que daba luz al tema explicando cómo «la función de sincronía es importante porque el cerebro funciona como una serie de redes que están sincronizadas entre ellas. Eso no significa que funcionen todas al mismo tiempo, sino que puede ser que una se active otra se apague. Eso es un tipo de sincronía».

«Vemos también que la sincronía es importante en relación con la actividad mental, porque al final aparece una relación temporal cuando tienes una actividad cerebral y estás teniendo una experiencia mental», proseguía con sus argumentaciones, antes de explicar cómo incluso «en el propio desarrollo del embrión, sea del ser humano o de animal, se están produciendo procesos sincrónicos, entre ellos el desarrollo de su sistema nervioso, que son muy curiosos, porque van a estar ahí hasta el final de su vida».

«Al final nosotros somos una serie de procesos sincrónicos», concluía, «que se van dando muy armónicos y cuando fallan, cuando llega esa asincronía, lo que llega es una enfermedad, que al final se puede entender como una ruptura de la sincronía».

En esta línea, Bernácer reflexionaba sobre «qué problema tendríamos si todos estos procesos los tuviéramos que controlar conscientemente. Nos volveríamos locos y acabaríamos muriendo porque no estaríamos pendientes de ello. Entonces lo bueno de estos mecanismos es que se realicen 'automáticamente', que estén ya en nuestro plan corporal y vital para que nosotros no nos tengamos que ocupar de ellos».

Al encuentro asistió también Álvaro Matud, director académico de la FundaciónTatiana, que valoraba la creación del CINET hace dos años como punto de encuentro para «impulsar el diálogo entre los científicos, los filósofos, los psicólogos...».En definitiva, decía, «para poder avanzar la investigación del cerebro no sólo en el laboratorio sino en el cerebro real».