Editorial

El valor del medio rural de la provincia de Ávila en el periodo estival

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La provincia de Ávila y sus pueblos viven estos días uno de los momentos más álgidos del año. Localidades que han permanecido durante muchos meses aletargadas, y que disfrutan estos días, como en ningún otro momento a lo largo de todo el año, de la presencia de un buen número de visitantes, que multiplican exponencialmente sus poblaciones en la mayor parte de los casos, y muchos de los cuales regresan a sus raíces para compartir unas jornadas de descanso con sus familiares y amigos.

Una vez superada la pandemia, que quedó atrás en el tiempo aunque es inevitable recordarla, los pueblos han recuperado su normalidad, y eso se muestra de manera clarividente en los meses estivales, donde se han recuperado buena parte de las actividades que tuvieron que esperar a un mejor momento y se han propuesto otras nuevas para permitir que vecinos y visitantes saquen el máximo partido a estos días de ocio. 

Son días en los que los pueblos redoblan sus esfuerzos para acoger en las mejores condiciones posibles a todos los regresan o que se deciden a conocer nuevos lugares, en una provincia llena de espacios en los que disfrutar de unas vacaciones que pueden estar llenas de momentos especiales. Pero para hacer eso posible es necesario que a lo largo del resto del año se siga trabajando en silencio para dotar de servicios a los vecinos que han decidido seguir desarrollando su vida en esos pueblos, muchos de ellos pequeños, que ven cómo la despoblación ha hecho estragos, pero durante unos días, especialmente en agosto, recuperan esa vitalidad que tuvieron antaño. Y ahora esos servicios se pueden extender al resto.

Este hecho refleja la importancia que tiene el mundo rural para nuestras vidas, y más en una provincia como Ávila, donde los vínculos familiares son tan estrechos y hacen que la mayor parte de la población tengan relación con un núcleo rural. Y eso debería hacernos valorar aún más el esfuerzo que se desarrollo en estas localidades para seguir haciendo posible unas fechas estivales muy agradables, donde se puede descansar, pero también disfrutar de las múltiples propuestas culturales, sociales, deportivas… que se pueden encontrar por toda la provincia. En muchas ocasiones permiten revitalizar antiguas tradiciones, muchas de las cuales hoy están en desuso, pero es preciso que se mantengan en la memoria para recordar de dónde venimos y hacia dónde caminamos.

Raíces que no se deben perder, pero para ello es necesario que provincias como Ávila, en las que muchos de sus habitantes se han visto obligados a emigrar a otras provincias o a otros lugares del mundo para desarrollar sus proyectos vitales, encuentren un mayor apoyo de las administraciones (especialmente la central y la regional) para que esa España despoblada no solo parezca que existe en verano.