Una parada con tirón en la avenida JuanCarlos I

E. Carretero
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De reciente apertura, La Apisonadora es en uno de los locales favoritos de los abulenses gracias al «buen servicio» que se ofrece y a su excelente ubicación

Una parada con tirón en la avenida JuanCarlos I - Foto: David Castro

En el lugar en el que durante décadas estuvo una antigua maquina de carreteras, recordando el trabajo que realizaban los camineros, hoy se levanta un negocio hostelero que abrió hace algo más de año y medio tomando el nombre de La Apisonadora. 

Un complejo hostelero que además de hotel cuenta  con bar restaurante que se ha convertido en uno de los locales más frecuentados de la capital. A ello ha contribuido, sin duda, el servicio que se ofrece en este lugar, donde empezaron con cuatro empleados y hoy son dieciséis en total. «Hay que dar un buen servicio que es lo que busca la gente», apunta Gheorghe Ferent, uno de los socios de este negocio que se refiere también a la excelente ubicación de La Apisonadora como otro de los atractivos de este bar restaurante. No en vano, este negocio se levanta en la transitada avenida Juan Carlos I, muy cerca del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. De hecho, sus dos terrazas se han convertido en uno de los lugares favoritos de abulenses y visitantes para tomar un café, picar o tapear porque la oferta de tapas de este negocio es mucha y de calidad. 

En verano, el lugar favorito para muchos de los clientes de La Apisonadora es la terraza exterior, que cuenta con 16 mesas y capacidad para casi 70 personas, si bien este negocio también cuenta con una terraza cubierta que se aprovecha durante todo el año con 18 mesas. A esto suma La Apisonadora un restaurante que puede dar servicio a hasta medio centenar personas y un espacio de cafetería que en los meses de más frío también es muy frecuentado. 

Concretamente a las 7,00 horas, que es el momento en el que comienzan los desayunos que aquí, además de con bollería y las típicas tostadas, también se pueden acompañar con bocatines variados y de tortilla francesa con atún, bacon con queso o picadillo, entre otros, así con sándwiches o pinchos de tortilla o revuelto de gulas.  

A media mañana la oferta de tapas se incrementa y a la misma se suman los pinchos calientes donde destacan los guisos tradicionales como pueden ser callos, oreja, pata o morro y donde nunca faltan las patatas revolconas. Al contar con tanta variedad es difícil, reconoce Ferent, decir cuál es la tapa con más tirón entre los clientes La Apisonadora donde, eso sí, los bocatines son una de las propuestas más demandadas. «Al día podemos poner entre 200 y 250 bocatines», pone como ejemplo de la buena acogida que tiene esta propuesta el responsable de este negocio hostelero.  

También cuenta La Apisonadora con menú diario y con unos 120 comensales al día, así como carta de raciones y para picar de forma más informal tanto a mediodía como por la noche. «Hay que dar buena comida para que a la gente le guste y repita», asegura Ferent que, a tenor del volumen de clientes, lo consigue.