El turismo rural cerró el 2023 con peores números que el año anterior en la provincia de Ávila, que no obstante se mantiene como líder en la región de este negocio, cimentado en las estancias turísticas en casas, hoteles y apartamentos rurales. Los datos que arroja el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la encuesta de ocupación en alojamientos de turismo rural, que proporciona información sobre la oferta y la demanda de los servicios de los establecimientos inscritos en el correspondiente registro de las Consejerías de Turismo de cada Comunidad Autónoma, cifran en 125.730 los viajeros y en 316.407 las pernoctaciones rurales del año pasado en la provincia abulense. Son casi un 1% menos de viajeros y un 5,3% menos de estancias que el año anterior, en un retroceso que se centró exclusivamente en la caída del visitante nacional, no en vano los turistas extranjeros registrados en alojamientos rurales abulenses aumentaron en el citado periodo.
La Asociación de Turismo Rural de Ávila (ATRA), integrada en CEOE Ávila, confirmó esa tendencia al explicar que, efectivamente, el año «ha ido un poco peor» en la provincia, algo que se relaciona con la desviación del turismo a otros mercados como el de 'sol y playa' y el internacional, dada la recuperación efectiva del turismo, superada ya la pandemia y el 'boom' que experimentó entonces el turismo de interior, en general, y el rural, en particular, como «destino turístico seguro» frente a la expansión de la covid.
Así, los 125.730 viajeros en los alojamientos rurales abulenses el año pasado fueron 1.163 menos que los del 2022, para dejar un descenso del 0,9%. De ellos, casi el 97% del total, en números absolutos 121.730, eran residentes en España, frente a los 4.174 que vivían en el extranjero. Este último colectivo apenas supera el 3% del total de viajeros pero, eso sí, experimentaron un crecimiento respecto al año anterior. En concreto, sumó 959 viajeros más alojados, un incremento que rozó el 30% en términos porcentuales. Los visitantes nacionales, eso sí, realizaron el camino inverso y se redujeron en 2.122 en el 2023 en comparación con el año anterior, lo que deja un descenso del 1,7%.
En las estancias contabilizadas en los alojamientos de turismo rural ocurrió algo parecido. Con un total de 316.407 pernoctaciones, son 17.646 menos que un año atrás, lo que se traduce en un descenso porcentual del 5,3%. La gran mayoría de estas estancias fueron disfrutadas por viajeros con residencia en España, 301.150, un colectivo que arrojó un descenso de afluencia algo más acusado, del 6,4%, al contratar 20.645 estancias menos en 2022. Las pernoctaciones de residentes en el extranjero, sin embargo, aumentaron. En concreto, sumaron casi 3.000 estancias más para alcanzar las 15.257, lo que supone un 24,5% más que el año anterior.
La estancia media en los alojamientos rurales de la provincia de Ávila en 2023 fue de 2,5 días, algo inferior a la de 2022, que había llegado a los 2,63 días. La estancia media de los españoles se quedó algo por debajo de ese dato, mientras que la de los residentes en otros país se alargó algo más, cerca de los 4 días.
Con estos datos la provincia de Ávila sigue liderando las pernoctaciones rurales en el conjunto de Castilla y León, por delante de las de Burgos, León y Segovia. Además, ocupó el sexto lugar, si hablamos de las provincias, del territorio nacional, al situarse por detrás de Málaga, Girona, Barcelona, Cáceres y Huesca en número de estancias registradas.