El tiempo acompañó con una temperatura agradable y, además, la noche regaló una luna redonda y brillante que fue testigo mudo del recorrido que realizaron las «más de 150 personas» que acudieron a las Visitas Nocturnas de Arévalo, celebradas este sábado durante casi tres horas. No obstante, el próximo 22 de agosto volverán a celebrarse en la edición número 31 de un evento que conjuga patrimonio, historia y turismo.
Este verano, las visitas nocturnas guiadas tienen como título ‘Arévalo y la Compañía de Jesús’, por lo que el recorrido que ofrecieron los guías Ricardo Guerra y Ricardo Ungría fue recalando el los lugares vinculados a «los once años que San Ignacio de Loyola pasó en Arévalo, entre los 15 y los 26 años de edad, antes de ser militar y de tomar los hábitos», explicó el primero, cronista oficial de la ciudad. «Él recibió aquí una educación exquisita en las escuelas de palacio, junto a los infantes y a los hijos de la nobleza, fue educado para ser un burócrata de la Corte», desvela Ricardo Guerra.

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