¿Qué hacen los fumadores con la colilla una vez que se terminan el cigarro? Pues en la mayoría de los casos tirarla al suelo. De hecho, y pese a la creciente conciencia medioambiental de la sociedad, tirar la colilla es el gesto contaminante más normalizado lo que no es baladí teniendo en cuenta que se trata de uno de los residuos que más contamina y también de uno de los más numerosos tanto en ciudades como en espacios naturales. 

Concienciar sobre lo nocivo, e incívico, de este gesto es el objetivo de Enrique Herrero, un profesor de Educación Física de Sevilla que hace un año inició su particular cruzada contra el abandono de colillas de tabaco en cualquier lugar. Lo hace a través de batidas por distintas ciudades en las que va recogiendo los restos de cigarrillos que encuentra a su paso y a través de un proyecto que lleva por nombre 'Colillas con Arte' con el que no solo pretende contribuir a que estos espacios urbanos estén más limpios y reducir la contaminación que genera este residuo sino también invitar a la población de estos lugares a seguir su ejemplo y en especial a los fumadores para que, una vez finalizado el cigarro, depositen la colilla en papeleras, ceniceros o contenedores que faciliten su reciclado y tratamiento.  

Una de las últimas paradas de este 'cazacolillas' tuvo lugar en la capital abulense donde este profesor de instituto y su mujer, Inmaculada, estuvieron el pasado viernes y donde en un recorrido de tres horas por el casco histórico recogieron en total 2.207 colillas con las que posteriormente recrearon la Muralla de Ávila. Las fotos de esta recogida se pueden ver en el perfil de Instagram de Quique Bolsitas, el personaje que Enrique creó hace ya cuatro años para, a modo de súper héroe, luchar contra la contaminación y el cuidado del medio ambiente en este caso invitando a particulares a participar en una actividad conocida popularmente como Plogging, que  combina el ejercicio al aire libre con la recogida de residuos y a través de la cual se aprovecha cualquier actividad física para ir limpiando espacios naturales de entornos urbanos. Así ocurrió en julio en Riofrío y volverá a ocurrir el 23 de septiembre en la capital abulense, en este caso en la ribera del río Chico, donde este sevillano ha programado una recogida de residuos que un día después se realizará en Guisando. En ambos casos, apunta, serán muy bienvenidos los voluntarios.