El disfrute de la buena parrilla y años de oficio

Redacción
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Casa Guillermo comenzó su historia en 2000 en la plaza del Mercado Chico y ahora lleva casi 14 años al servicio del público abulense en la zona de Las Hervencias labrándose una fiel clientela

El disfrute de la buena parrilla y años de oficio - Foto: Isabel García

Abrir las puertas de Casa Guillermo es adentrarse en un mundo que te atrapa por el aroma de los productos que se cocinan en su parrilla. Especialmente en invierno el fuego de esa herramienta de cocina es sumamente agradecido y despierta sobremanera el apetito. El olor del churrasco y la jeta (lo más demandado), del secreto, de la morcilla y de esos adobos (que el propietario sabe bien donde comprar) es todo un aliciente que se une al gustazo de tomar una caña bien tirada en los vasos de toda la vida. Aunque siempre los hay más grandes para disfrutar por ejemplo de una 'guillermina'. Todo un homenaje al abuelo de la familia, a Guillermo, a quien este bar recuerda y cuyo retrato corona precisamente una parrilla de la que no sólo salen los pinchos, también gran parte de los platos principales que nutren un menú muy del agrado de la clientela.Cuenta Pedro Guillermo Sainz De Baranda, el propietario, que justo los menús son lo que más triunfa de todo lo que oferta el establecimiento. Y eso que el día que lo visitamos está la barra de lo más concurrida. «Sí, sí, eso parece pero la verdad es que desde la pandemia la barra y las cañas han quedado bastante relegadas y se lleva más lo de comer».
Su cliente es de lo más variado, hay ejecutivos, trabajadores, y mucho visitante de la escuela de policía, quizá por el buen tamaño y calidad de los pinchos y atraídos por los buenos precios, pero como ellos hay gente de paso y mucho abulense. Reconoce Pedro el mérito de sus fieles porque «aquí hay que hacer por venir» y a no ser que seas de la zona ya tienes que mover el coche. Aunque también (cuenta) «cada vez son más los que vienen a tomarse sus cañas en autobús». Al fin y al cabo la mayor parte de las líneas de bus «te dejan a la puerta» y así evitas sustos por los controles de alcoholemia que son frecuentes.
La parrilla es sin lugar a dudas el principal reclamo, pero no olvidan la tierra en la que vivimos y en la que tanto gustan los platos de cuchara así que eso también va de tapa: unas buenas revolconas, patatas al cabrales, guisos de legumbres, un todo que alienta a quedarse en el lugar y pedir una segunda ronda o quizá más. Y es que además siempre te pueden sorprender, como a nosotros cuando les visitamos. En un momento dado escuchamos decir «De aperitivo tres criopollos» y claro, había que probar para saber que era aquello y probamos y degustamos y sobre todo disfrutamos.  Son muchos años los que Casa Guillermo lleva haciendo hostelería de la que gusta en Ávila, ya que el primer negocio llegó en 2000 al mercado Chico, después se trasladó a la zona Hervencias y allí está a punto de cumplir 14 años de vida gracias a una clientela muy fiel. Algo que cree que en mucha parte se debe a que, tras la barra y en cocinas «tenemos gente profesional». Con Pedro desde que empezó está Iván, More suma casi más de una década y Angelita llegó poco después de abrir. Así da gusto y más cuando no se encuentra personal que quiera trabajar en barras y cocinas.

Dirección. Avenida Juan Carlos I, 8. Ávila.

Especialidad. Pinchos a la parrilla: churrasco, jeta, panceta, plumilla, cruceta, costilla, chorizo, morcilla... Guisos de cocina con los que entrar en calor y que dominan a la perfección, y tapas frías por aquello de aligerar.

Horario. De 13 a 17 y de 20 a 00. Descansan domingos tarde y lunes todo el día.